tú y yo somos tres

Sueños para noches de verano

Ferran Monegal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

CuandoShakespeareescribióEl sueño de una noche de verano,algunos de sus contemporáneos creyeron que era fruto de una extraña alucinación momentánea. El concepto de obra de teatro que tenía la sociedad londinense del siglo XVI no casaba con la atrevida mezcolanza queShakespearehabía dibujado: dosduettosde amantes mal emparejados divagan una noche por un bosque lleno de faunos, duendes, brujas, hadas, reyes, pajes... O sea, una abigarrada y colorista ensoñación, llena de criaturas fantásticas, es la base del lienzo shakespeariano. Salvando las distancias, también TV-3 ha querido edificar su particular sueño para las noches de verano (La partida) construyendo un concurso lleno de ingredientes coloristas y trepidantes. Comenzando por el presentador,Javier Estrada, que le imprime un ritmo bárbaro, y siguiendo por los concursantes, agrupados en parejas, que aspiran a que esa noche, si ganan, su sueño quede concretado. No sigue este trabajo el ejemplo de los concursitos peregrinamente clásicos que las cadenas de TV acostumbran a colocarnos. Aquí no hay pobres de solemnidad que vienen a buscar una limosna a cambio de dejarse hurgar en su miseria existencial. Aquí, en las dos entregas que ya hemos visto, aparecen criaturas que sueñan en ir a Broadway a aprender el arte del teatro musical, oboy scoutsque aspiran a tranformar un pueblo abandonado deles Terres de Ponenten un virtuoso cóctel, mitad y mitad entre la unión hace la fuerza y la vida natural. O sea, que no solo estamos ante un concurso blanco, y familiarmente transversal, sino que hay una delectación clara por mostrar una tipología de asirantes cuyos sueños difieran de las prosaicas necesidades que se cuecen en otros ámbitos deltelehipódromoestatal. Y para fluidificar estefet concursista diferencial, hay un empedrado de seres fantásticos que intersectan y dinamizan el conjunto. Citemos, por ejemplo, la pareja de hermanitasSaurí, dos damas maduritas, fijas en cada edición, y que aparecen con aires de entoldado, de fiesta mayor, de verbenanostrada. Para minimizar el impacto pesebrista que en algún momento pudieran causar las hacen cantar en inglés, sin saber inglés, temas dePink Floyd,AC/DC,REMo deAce of Base. O sea, pasan del pesebrismo al surrealismo más despendolado, en un instante. Y contra lo que pudiera parecer, esta mezcolanza, esta blanca ensoñación estival, consigue entretenernos bastante.