En Suecia falta una princesa

Gran decepción e inmenso cachondeo en Sálvame deluxe (T-5), porque Belén Esteban no ha sido invitada a la boda de la princesa Victoria. Conectaron en directo con Estocolmo y allí estaba plantado Jaime Peñafiel relatando los fastos del evento. Decía: «La persona más buscada en Estocolmo es La mujer vestida de rojo, es decir, Letizia. Ha aparecido con un vestido rojo, escote palabra de honor, pero es un traje que no le favorece. Tiene los brazos excesivamente delgados. Y tampoco le favorecen esos rizos que lleva en el cabello». O sea, Peñafiel arreando, como no podía ser de otra manera. Pero el momento más delirante de la noche fue cuando Jorge Javier Vázquez preguntó : «Oye, Jaime, ¿por qué Belén Esteban no ha sido invitada a la boda?». Y el enviado especial, un poco sorprendido, alegó: «Hombre, aquí se han invitado a todos los príncipes, princesas, reyes y reinas de las monarquías europeas». Tras lo cual Jorge Javier remató: «¡Pues falta la princesa de San Blas, o sea, Belén!», y se formó en el plató un gran jolgorio. ¡Ah! Lo de Peñafiel es tremendo: quien fuera tantos años primer especialista en monarquías del mundo mundial, ha acabado de corresponsal de los frikis de la cadena contenedor y así le luce el pelo: tener que aguantar preguntas del estilo ¿por qué no han invitado en Estocolmo a la princesa del pueblo? O sea, tierra, trágame, Peñafiel.

EL SUELDO DE BELÉN.– Otro de los temas hermosos, hermoso de verdad, de esa noche en frikilandia, ha sido cuando se quejaron de que una revista y un diario hayan publicado que Belén Esteban tiene un sueldo anual de 1.200.000 euros. Se quejaba Jorge Javier Vázquez de que se publiquen estas cosas, «porque, en un momento de tanta crisis, eso es como echarnos a la gente encima». Tiene razón. El sueldo que cobra Belén, o el que cobra el propio Jorge Javier, o alguna otra estrellita de Tele 5, es un asunto que solo a ellos y a la cadena concierne. Por algo es una cadena privada. No manejan dinero público en ella. Pero dicho esto también cabe advertirles que salir mirando a cámara, airadamente, diciendo: «Juro que yo no gano ese dinero», que es lo que dijo Belén esa noche sobre el tema, es contribuir a aumentar el cotilleo del que se quejan. Esta expresión «yo no gano ese dinero» induce a más error: no sabemos si la cifra publicada es inexacta por excesiva, o es inexacta porque se han quedado cortos.