Reasignación de sexo, también en TV-3

Acaba de ingresar una joven adolescente, llamada Quinn, de 16 o 17 años de edad como mucho, en el hospital de The Good Doctor (T-5)The Good Doctor. Tendida en la cama, se queja de fuertes dolores en el abdomen. Los médicos allí reunidos le hacen una primera inspección. Y al levantarle la ropa que la cubre de cintura para abajo, el pintoresco doctor Murphy exclama, sorprendido: «¡Pene, tiene pene!», y acto seguido, siguiendo su aplastante lógica cartesiana, añade: «¡Si tiene pene es que es un chico, no una chica!». ¡Ahh! Se producen a partir de entonces unas secuencias, unos diálogos, interesantísimos entre Quinn y Murphy. Ella se rebela. Le dice que a pesar de tener pene, es una mujer. Y que siempre, desde que tiene uso de razón, ha querido ser mujer. Y poco a poco, lentamente, Murphy va cambiando el estereotipo que tiene incrustado en su cerebro. Deja de llamarle «el paciente» y comienza a llamarla «la paciente». Comprende que aquella máxima que ha estudiado en los libros de anatomía (Si una persona tiene pene es señal de que su género es masculino) no es una verdad absoluta. Y acaba el capítulo con la joven Quinn esperanzada, ilusionada, diciendo: «Cuando cumpla 18 años vendré otra vez a este hospital a que me practiquen la cirugía de reasignación de género». Y todos los cirujanos, incluido Murphy, asienten diciéndole: «¡Te estaremos esperando, Quinn!».

¡Ahh! Las series estadounidenses son especialistas en los finales felices. Primero te hacen sufrir. Plantean el conflicto. Lo discuten. Salen a relucir las aristas. Pero luego, en la mayoría de ocasiones, todo fluye hacia un happy end muy bonito. Son maestros en la construcción de estos digest. La audiencia los metaboliza y siempre nos queda el cuerpo inmerso en un confort muy positivo.

LA CIRUGÍA DEL SEXO DE TV-3 .- Viendo The Good Doctor he pensado en TV-3. Comienza a circular en radio macuto que la actual asignación del sexo de TV-3 (hasta ahora del PDeCAT, exCiU), va a tener una operación quirúrgica. Dicen que va a haber una reasignación de sexo político. Hacia ERC. ¡Ah! Interesante cirugía. Pero se equivocarán de nuevo los cirujanos si creen que el sexo de TV-3 solo puede ser de ERC, o de Waterloo. La verdadera condición sexual de esta cadena es Catalunya. Toda Catalunya. La única cirugía útil sería reasignar a TV-3 el sexo que ha perdido: la titularidad pública.