Mariano Rajoy o el éxito del 1-O

Dicen que TV-3 haya hecho una programación extraordinaria durante estos días, encaminada a calentar el primer aniversario del 1 de octubre. Discrepo. Desde octubre del 2017, las porras y las palizas del 1-O me parece que no han dejado de salir un solo día en su parrilla. Y no voy a formular en esta ocasión la más mínima crítica. Aquel día fue una jornada contra Catalunya. Contra Catalunya entera. Contra la libertad y la integridad moral de todos los ciudadanos de este país -toda España incluida-  independentistas, no independentistas, equidistantes, apátridas, ateos, conversos y mediopensionistas, que vieron atónitos cómo les apaleaban a ellos, a sus familiares, a sus amigos, o a sus vecinos.

De modo que TV-3, mostrando lo que ocurrió, recupera en este caso, ­aunque sea putualmente,­ su sentido de transversalidad nacional perdida. He visto, por ejemplo, incrustados en los Telenotícies, unos reportajes en forma de miniserie titulados 1-O un any després, un amplísimo peinado sobre los paisajes y las gentes de la Catalunya golpeada y herida. He visto un 30 minuts, Marcats per l’1 d’octubre,30 minutsMarcats per l’1 d’octubre en donde ciudadanos contaban la conmoción intensa, dolorosa y profunda de aquel día que marcó sus vidas. He visto el Sense ficció La gent de l’escala,Sense ficcióLa gent de l’escala en donde se ha dado voz a todas aquellas personas que fueron literalmente aplastadas por la ley del más fuerte en aquella escalera del Institut Pau Clarís. También en Netflix he visto un colosal programa río titulado Dos CataluñasDos Cataluñas, seguramente el trabajo más completo y exhaustivo que se ha hecho hasta la fecha. Y he visto en Cuatro un ejercicio interesantísimo, Retrato de familias, que ha pasado casi inadvertido, probablemente porque fue emitido pasada la una de la madrugada sabatina.

Pero de todo lo visto, el instante-resumen, afilado, afinado, y paradojicamente acertadísimo, es en Polònia, donde nos lo han ofrecido. Allí nos han descubierto al verdadero héroe, al verdadero artífice del 1-O: ¡Mariano Rajoy! “Sin usted el referéndum no habría tenido el éxito que tuvo”, le decía la entrevistadora. Y Rajoy, ufano en su disparatada insensatez, advertía: “Las imagenes de los policías pegando y destrozando fueron un gran éxito. ¡Las viotodo el mundo!”. Efectivamente. Consiguió no solo el desprecio de toda Catalunya, también de todos los demócratas de España y del mundo.