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Lo que dice la realidad

Alba Carrillo y Gloria Camila, en pleno enfrentamiento en 'Supervivientes'

Alba Carrillo y Gloria Camila, en pleno enfrentamiento en 'Supervivientes' / periodico

MIKEL LEJARZA

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Los 'realities' nunca han tenido buena prensa, y sin embargo son el formato más exitoso dentro del género del entretenimiento en todo lo que llevamos de siglo. Para muchos, hablar de 'telerrealidad' es sinónimo de 'telebasura', pero la cuestión admite muchos matices. En primer lugar, la evidencia de que hay buenos y malos 'realities', al igual que hay series extraordinarias y otras pésimas, por lo que todo reside en cómo están producidos y en la línea editorial de su propuesta, más que del contenido en sí mismo.

En segundo lugar, la mayor parte de los géneros televisivos (ficción, concursos, informativos, magacínes) son herederos de sus antepasados (vodevil, cine o radio) y ninguno de ellos es una invención que se pueda asignar a la tele. Por el contrario, cuando hablamos de 'realities' estamos ante un fenómeno puramente televisivo, nacido y desarrollado en la televisión, por lo que cabe concluir que los 'realities' son tele en estado puro.

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Su origen cabe encontrarlo no solo en las técnicas de reconstrucción documental de ciertos hechos, sino también en el desarrollo tecnológico que puso a disposición de muchas personas de videocámaras con las que grabar escenas de la vida real.

En la temporada 1987-88 se lanzó 'Unsolved Misteries', centrado en documentar casos no resueltos por la policía. Le siguió 'Rescue 911', sobre los servicios de urgencias. Tuvieron tanto éxito que los informativos se llenaron de noticias definidas como de «interés social» y la tendencia llegó hasta la ficción con series de marcado tono realista y hasta los talk shows dedicados a presentar casos de la vida real.

Entre 1991 y 1993 se desarrolló en EEUU el proyecto 'Biosfera 2', que buscaba estudiar las interacciones en un ecosistema cerrado. Para ello se creó una estructura hermética en la que se podía seguir la vida de las personas que lo habitaban. El objetivo era científico, se trataba de estudiar la viabilidad de futuras colonias en el espacio y la influencia del hombre sobre la Tierra. Durante dos años, ocho científicos vivieron aislados en el ecosistema de 'Biosfera 2'.

En 1992, la cadena musical MTV lanzó 'The Real World', formato en el que ocho personas se reunían en una casa para ver cómo interactuaban. Era la primera vez en que una casa se convirtió en un plató de tele con cámaras capaces de registrar lo sucedido en cualquier lugar. Pero era un programa grabado que se resumía en 22 minutos con los mejores momentos.

Partiendo de estos antecedentes, John de Mol desarrolló un proyecto que inicialmente llamó 'La jaula dorada'. Pretendía mostrar la vida de 20 personas aisladas en una casa. Un montón de cámaras retrasmitirían su vida y el público decidiría quién abandonaría la casa. El 16 de septiembre de 1999 se estrenó a nivel mundial en el canal holandés Veronika la primera edición del formato, con el nombre de 'Big Brother'. El resto es historia bien conocida.Big Brother'

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Simultáneamente al proyecto 'Biosfera 2'Charlie Parsons desarrolló en 1992 un programa que consisitía en seguir la vida de un grupo de personas abandonados en una isla paradisiaca. Tardó en vender el proyecto cinco años y se estrenó en 1997 como 'Expedición Robinson' en un canal sueca. El 31 de mayo del 2000 la CBS estrenó en EEUU lo que se vendió como el primer 'docu-show' que se emitía en horario de máxima audiencia. Se trataba del espacio inventado por Parsons, que en la nueva versión llamaron 'Supervivientes'Supervivientes'.

Poco después añadieron más ingredientes al plato. Los participantes no solo vivirían, sino que aprenderían algo y competirían con sus destrezas. Y así, hasta hoy, el género ha llenado muchas de las horas televisivas de lo que llevamos de siglo.

Ha habido excesos evidentes de la fórmula buscando que la realidad trasmitida fuera interesante, que en demasiadas ocasiones ha provocado que lo que pretendía ser real terminase siendo falso, ficciones interpretadas por pésimos actores y con conflictos carentes de interés alguno. Como reacción, en los últimos tiempos están surgiendo 'realities' que huyen de ello y se basan en la vuelta a la autenticidad original.

Ahora, y siguiendo igualmente la tendencia que lleva a las plataformas de pago a fijarse cada vez más en los modelos de la TV en abierto, ya que es en ella en la que está la gran bolsa del consumo audiovisual y las mejores invenciones, los 'realities' se anuncian también como contenido atractivo para quienes hasta no hace mucho los desdeñaban. Al final, es el público el que manda. Y la realidad dice que al público le gustan los 'realities'.