DRAMA JUVENIL PARA MAYORES

El regreso de 'Por 13 razones'

Netflix estrena este viernes la segunda temporada de la controvertida serie

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Juan Manuel Freire

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"Es conmovedor. Y doloroso. Imaginar cómo fueron los últimos días de Hannah. Intentar entender lo que la llevó hasta allí". El mejor resumen posible de 'Por 13 razones' llegó a cargo de uno de sus personajes, el consejero Porter (Derek Luke), al final de la primera temporada. Esta ficción de gran impacto regresa este viernes a Netflix, que estrena la segunda temporada.

Si no vivió usted debajo de una piedra durante el 2017, recordará la serie, o mejor, el fenómeno de Netflix: un drama juvenil (pero también con y para mayores) sobre las 13 razones para quitarse la vida de Hannah, Hannah Baker (revelación Katherine LangfordKatherine Langford), explicadas por ella misma en unas cintas de casete dedicadas a las personas que destrozaron su reputación, rompieron su espíritu, rompieron su alma… O sellaron definitivamente su destino, como el poco empático Porter.

Trece razones y 13 culpables, entre ellos el que había sido su amigo Clay (Dylan Minnette), convertido a su pesar en destinatario de esas casetes, que debía escuchar y, según indicaban las instrucciones, pasar después a otro compañero. Entre el drama y el suspense, la historia sedujo a medio mundo (fue la serie más 'googleada' en el 2017) después de haber llamado ya la atención como novela 'young adult'.

Después del trauma

La historia de Hannah acababa en aquel libro de Jay Asher y la serie agotaba el material del libro, e incluso lo expandía. ¿Tenía sentido dar una secuela a 'Por 13 razones'? O dicho de otro modo: ¿cómo sigues lo que era, en esencia, la historia de Hannah cuando ella ya no está y hemos oído todas las cintas?   

Sentado ante periodistas de alrededor del mundo en una (falsa) clase del (falso) instituto Liberty High, Brian Yorkey, creador de la serie, trata de justificar la decisión: "El libro de Asher nos dio una historia rica y personajes de los que era fácil enamorarse. Yo, desde luego, lo hice. También de cómo estaban representados en la serie. Cuando llevábamos dos tercios rodados de la primera temporada, sabía que quería seguirlos en sus vidas, si había oportunidad. Los personajes tan solo habían empezado a comprender lo que les había pasado; el trauma de la muerte de Hannah. Había todavía mucho por explorar".

La segunda temporada de 'Por 13 razones' profundiza así en un aspecto tratado con menor intensidad en la primera: los daños colaterales de un suicidio. Según nos cuenta la productora Joy Gorman Wettels, "ahora podremos conocer mejor otros puntos de vista sobre lo que sucedió". Si la voz principal de la narración, en la primera temporada, era Hannah, en esta ocasión habrá un narrador distinto por capítulo (Yorkey cita la influencia de la visión poliédrica del 'Rashomon' de Kurosawa).

Las cintas, que mejor no volver a escuchar, por no repetir el mal trago, han sido sustituidas por otro dispositivo narrativo analógico: una serie de Polaroids que, según parece, ayudarán a Clay y sus compañeros a destapar un secreto y conspirar para esconderlo. La intriga sigue. El espectáculo debe continuar.

El juicio sobre Hannah

Kate Walsh, la Dra. Alison Montgomery de 'Anatomía de Grey', sorprendió en la anterior temporada dejando de lado cualquier idea de glamur para bordar el papel de una madre destrozada por la pérdida. La Sra. Baker tendrá un papel aún más activo en la segunda tanda de episodios: "Esta temporada trata sobre el juicio por la muerte de Hannah, y ella quiere que el instituo asuma su responsabilidad; que se haga justicia sea como sea", explica con el ahínco de su personaje.

Una pregunta que se hace mucha gente es: ¿y Hannah? ¿Cómo es que también tiene un papel? ¿Por qué sigue Katherine Langford en el reparto? "Esa misma pregunta me hacía yo al principio", dice la actriz australiana, que antes de convertirse en Hannah, increíblemente, solo había rodado un corto. "Pero fue muy interesante volver. Esta temporada, su imagen se destruye, se reconstruye, se remodela… Para presentar lo mejor y lo peor de ella". A su lado, Dylan Minnette, alias Clay Jensen, confirma: "Hay cosas que vas a saber de Hannah que te harán feliz y otras que te pondrán muy triste". Según Langford, una revelación en particular "romperá internet". Glups.

Todo en un almacén

Minnette y Langford hablan con EL PERIÓDICO durante un pequeño descanso de algunos intensos 'reshoots' para el episodio 12; serán 13 en total, como en la T-1. No estamos, ya lo decíamos, en un verdadero instituto: un gigantesco almacén de Vallejo (California) aloja la mayoría de escenarios que vemos en la serie, incluyendo el pasillo, las clases y las oficinas del instituto (los exteriores son del instituto Analy de Sebastopol); las habitaciones de Clay y Hannah, e incluso la sala de tribunal donde se desarrolla buena parte de la acción de la nueva entrega.

Las escenas que vimos rodar transcurren en tribunal y alrededores. Una la comparten Clay y sus compañeros Tony (Christian Navarro), Zach (Ross Butler) y Alex (Miles Heizer), quien al parecer sobrevivió a aquel disparo en la cabeza. La escena es breve y sencilla, pero se hacen más de diez tomas, ninguna de ellas iguales, especialmente por el afán de Clay/Dylan en depurarlo todo.

En otra escena vimos en acción a la joven fiscal Sonya Struhl (Allison Miller, de 'Incorporated'), uno de los nuevos personajes para esta temporada. Entre toma y toma, el alisado de pelo es esencial. También le atusan la ropa, aunque ninguno de los allí presentes somos capaces de detectar arruga o desnivel.

Del vestuario se encarga Caroline B. Marx ('Las chicas Gilmore'), quien explicó los últimos desafíos, en esencia, vestir a un drogadicto y a un grupo de jóvenes punks de forma convincente. Para calar el 'look' de los segundos, llegó a pedir consejo a miembros de bandas como Dead Kennedys y Circle Jerks. Eso son contactos. "Vestir al bueno de Clay es más fácil", explicó. "Si os fijáis, casi siempre va igual. ¡Solo cambia el color de la sudadera!".