tú y yo somos tres

Plan de ahorro: matar autonomías

FERRAN MONEGAL

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Sensacional y oportunísimo sketch el que nos ofreció Polònia esta semana (TV-3), un trabajo brillante y a la vez tremendo. Reúne María Teresa Fernández de la Vega (Bruno Oro) a los presidentes del empedrado autonómico español, y les comunica que para seguir el plan de recortes y de ahorro ha diseñado el Plan P.U.A., o sea, y textualmente: «Petarse Una Autonomía». ¡Ah! Saca entonces una pistola De la Vega, la acaricia, y la va pasando a los presidentes para que jueguen con ella a la ruleta rusa. O sea, que una autonomía quede liquidada allí mismo. Que acabasen matando a la de Melilla es lo de menos: es el golpe afilado, de colosal sarcasmo, lo que transpira este sketch que Toni Soler y su equipo han construido con su habitual función de sarcásticos notarios de lo que en política se agita.

LABERINTO: DE AZNAR A ARZALLUZ .– Es curioso, la clarividencia de Polònia ha sido colosal, porque el programa que TV-3 emitió después (Sense ficció: El laberint) era una perfecta continuación. Este impecable trabajo de Jordi Mercader parecía la compensación por aquel Adéu Espanya? de hace diez días. Al contrario de aquel, Mercader no nos ha lanzado una tesis. No se ha instituido en guía que sabe a ciencia cierta el camino por el que debe ir Catalunya, o el resto del rebaño autonómico. Ha hecho un documental estrictamente periodístico, en donde muchas opiniones –coincidentes, divergentes, o enfrentadas– han tenido cabida. Objeto de estudio: el poliédrico paisaje de las autonomías, y su posible o imposible incrustación con España, la nación que las cobija. Buen ejercicio. Desde la Transición, y el mayúsculo error del café para todos, pasando por el referendo andaluz, el concierto económico vasco (listísimos los vascos, sí), la construcción de una España federal, el papel de la monarquía en este hipotético federalismo... Del caudal de opiniones, dos golpes, dos concesiones al impacto, pero absolutamente imprescindibles. Una, la aparición de Arzalluz, tronante y apocalíptico, exigiendo: «¡La autodeterminación la pedimos nosotros (PNV) y también ETA, por cierto!». Dos: un Aznar pausado, taimado, casi en un susurro, diciendo: «España no puede serguir debilitándose con las autonomías. Su financiación es inviable». ¡Ah! No tenía una pistola, pero detrás de él vimos una foto que tiene enmarcada con primor: la gloriosa hazaña bélica de la reconquista de Perejil.