Pequeños saltamontes

Fiel a su apellido,Pablo Motosha iniciado temporada como una moto. Mucho ruido, mucho escape libre, mucho humo, mucha velocidad, y trayecto corto. Es un sistema espectacular. Le da buenos resultados. Tiene un público fiel que le mira con simpatía, con buen rollo, y se entretiene. Movimiento trepidante, sonido ensordecedor y posturismo circense. O sea, igual que en las motos de los tiovivos de las ferias: venga a dar vueltas y más vueltas, pero sin moverse. No tiene ni un gramo de malignidad lo que ejecuta cada noche enEl hormiguero(Cuatro). No es dañino, ni perverso. Es una fórmula espumosa perfecta: da lo mismo que invite a BustaBustamante(anteayer), o aWill Smith,su esposaJaday su hijoJaden(el pasado jueves); lo único que se pretende es que hagan cabriolas. La noche de losSmith, por ejemplo, también estabaJackie Chanen un rincón, poniendo caras y sonriendo. Como espectador me hubiera gustado conocer un poco aChan. Una conversación, ligera si quieren, pero conversación y no solo jaimitadas. Es un actor interesante. Sus películas han transformado el arte deBruce Leederivándolo hacia el Teatro Chino de Manolita Chen. O sea, ha fundido el kung-fu con la comedia. No es ninguna tontería. Es el signo que marca la tele y que contagia ese tipo de cine que se consume acompañado de muchas palomitas de maíz y un bidón de Coca-cola: vas mirando, y vas engulliendo. Todo esto lo inició el pobreDavid Carradinecuando erael pequeño saltamontes. Es verdad que todo era una pamema, pero no llegaba alshowque ahora exige la tele. Una conversación conChan, al respecto, quizá hubiera sido luminosa. Pero no se trataba de eso, claro. Se trataba de ir en moto, sin manos y con las piernas en la cabeza, que es otra cosa. No es un reproche. El programa aPablole funciona. Y cuando un negocio funciona, no se toca.

LA GUERRITA.-Me reprocha una fiel lectora que en mi comentario de ayer no advirtiese queBelén Esteban,a quien ataca mucho, es al programaEnemigos íntimos, de la misma cadena (T-5). Le he dicho, con dulzura y con respeto, que es una ingenua. Esa es, precisamente, la estrategia que han diseñado en Tele 5 para que A-3 TV quede fuera. Una guerra entre dos programas, conBelénen uno de ellos, supone gran audiencia para ambos. Por eso se ha inventado Tele 5 la guerra entre dos programas de su propia cadena. Se disparan entre ellos, la audiencia sube, y todo queda en Tele 5. A A-3TV, ni agua.