relevo en el programa de Cuatro

Meritxell Martorell debuta en '21 días' viviendo en un prostíbulo

En la nueva temporada, la reportera convivirá con refugiados en Grecia y con judíos ultraortodoxos y probará la droga de la selva

Meritxell Martorell, nueva reportera de '21 días'

Meritxell Martorell, nueva reportera de '21 días' / periodico

MARISA DE DIOS / BARCELONA

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"No me preocupan demasiado las comparaciones. Es normal que las hagan". Lo dice Meritxell Martorell, que debuta este viernes (Cuatro, 23.00 horas) al frente de '21 días', refiriéndose a la labor que hicieron antes de ella Adela ÚcarAdela Úcar y Samanta Villar, sus predecesoras al frente del programa. La periodista catalana se estrena en este ya veterano espacio (va por su séptima temporada) con un reportaje en el que se sumerge, durante tres semanas, en el mundo de la prostitución, viviendo en un club de alterne junto al resto de empleadas del local y entrando en contacto con los clientes.

"Fue una experiencia dura, sobre todo porque era mi primer programa", asegura la reportera, que reconoce que durante el rodaje vivió "situaciones incómodas". "No fue nada superfuerte, pero sí que fue duro convivir con una chica que se levanta y necesita drogarse para seguir con su trabajo", comenta. "Muchas de la chicas lo maquillan de algún modo y dicen que trabajan allí por voluntad propia, pero al final ves que hay algo que no funciona bien, tienen sus momentos de bajón y es lógico que empatices con ellas", añade.

BARRA AMERICANA Y 'BODY SUSHI'

Subirse a un escenario para bailar 'pole dance' (barra americana) y hacer 'body sushi', en el que los clientes cogen la comida japonesa sobre el cuerpo de una chica (Martorell iba en bikini), son algunas de las experiencias a las que se enfrenta la periodista en la edición de este viernes.

La reportera destaca el hecho de que el programa "te dé la oportunidad de ser tú, sin hacer ningún papel", tomándose el periodismo "de una forma más personal", aunque sea un formato muy exigente ya que, durante tres semanas, "estás viviendo la vida de otra persona".

"Durante ese tiempo te olvidas de tu vida y estás totalmente desconectada. Yo ni siquiera tengo móvil cuando estoy sumergida en la experiencia", resalta.

DE LESBOS A COLONIA

En las próximas entregas de '21 días', Martorell comprobará en su propia piel los efectos que produce la ayahuasca, la droga de los chamanes del Amazonas, convivirá en Guatemala en una hermética comunidad de judíos ultraortodoxos en la que deberá vestir una túnica que le cubra todo el cuerpo y vivirá el drama de los refugiados que escapan de la guerra de Siriarefugiados .

"El de los refugiados fue el rodaje que se me hizo más duro psicológicamente", avanza. En ese programa, después de trabajar con voluntarios en Lesbos, acompaña a los exiliados en su travesía hacia Europa.

"Cuando nos pusimos rumbo a Idomeni, en la frontera con Macedonia, decidieron cerrarla sin dar explicaciones. Estuvimos unos días allí, en el autobús y en una gasolinera, sin saber cuándo iban a abrir. No había apenas baños, ni comida, había gente enferma, niños llorando... Me afectó muchísimo", describe Martorell, que confiesa que luego se pegó un "hartón de llorar en casa".

"Después de acabar el programa, no dejas la historia, sigue contigo", añade esta periodista que está acostumbrada a adaptarse a otros estilos de vida y culturas igual que tiene que hacer en '21 días': fue reportera de viajes durante un año, tiempo en el que visitó 26 países.