Menores transexuales, en '30 minuts'

"Se tiene que saber que hay niños con vulva y niñas con pene". Esta reflexión podría ser pronunciada por un adulto que intenta explicar por qué una persona puede vivir de acuerdo con el género sexual con el que se identifica, y no con el que le ha tocado por nacimiento. Pero cuando la afirmación la realiza una menor de 11 años, el interlocutor no se queda indiferente. Este y otros pensamientos en voz alta son los que aparecen este domingo en el reportaje de '30 minuts' (TV-3, 21.55) 'Trànsit, menors transsexuals", en el que cuatro menores y una joven cuentan sin tapujos sus vivencias al respecto.

Históricamente, la transexualidad se ha asociado al mundo de los adultos, pero cada vez hay más menores que, ya de niños, manifiestan claramente su disconformidad con el género con el que nacieron. En algunos casos, incluso, esta situación ha tomado tintes dramáticos, como lo fue el suicidio, el pasado diciembre, de un menor transexual, Alan. 

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El documento de TV-3, de Roser Oliver y Lluís Montserrat, es sobrecogedor. Se articula a partir del relato de cinco casos, en primera persona: David (6 años), Estel (11), Raquel (14), Mario (17) y Marta (23)."Estamos muy agradecidos a todas estas personas que han explicado ante la cámara una cosa tan íntima y se han expuesto tanto públicamente", destaca Oliver, quien también incide en el grado de "madurez" del que hacen gala.

"ME ROMPÍA LAS COLETAS" 

Y así de impactante es el discurso de David, un niño canario que antes se llamaba Sara: "Yo no estaba contento, porque quería ser un niño. Me rompía las coletas que me hacían en la guardería, porque no me gustaban y no quería vestidos ni nada de eso". A los 5 años, Sara pasó a llamarse David. "Sara está en el cielo, ahí arriba", cuenta, con un punto de pillo. Emotiva es también la confesión de sus padres, Eva y Juan. "La palabra transexual me costaba pronunciarla; ahora lo digo abiertamente", comenta la madre.

Estel, nacida niño, pasó por este proceso a los 8 años. Ahora, con 11, recuerda aquellos primeros años mientras echa un vistazo a sus vestidos: "Pensaba: 'Como sea una princesa, todo el pueblo será mío", suelta. Y afirma, con un aplomo que asusta, que "se tiene que saber que hay niños con vulva y niñas con pene".

En el reportaje también aparece Raquel, que hasta hace un año y medio se llamaba Raúl. A los 12, descubrió que le salía vello por todo el cuerpo y que le crecía la barba. "En mi cuerpo había hormonas que me estaban provocando el desarrollo de algo que yo no era y dije que no podía más", cuenta. Después de un intento de suicidio, está siguiendo un tratamiento con bloqueadores hormonales.

REGALO DE CUMPLEAÑOS

Con 17 años recién cumplidos, Mario no explicó a sus padres hasta hace poco más de un año que no era una chica. Al ser mayor de 16 años, enseguida empezó a hormonarse con testosterona. Ahora tiene un aspecto masculino, pero todavía hay algo que le molesta: los pechos. Como regalo de cumpleaños, sus padres le han pagado una intervención para eliminarlos. Y el equipo de '30 minuts' asiste a esa operación.

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Cierra los testimonios Marta, una estudiante de Enfermería a la que han practicado una vaginoplastia. "Siento que estoy en un estado de plenitud: no me identifico como una persona transexual. Ya soy una mujer". Especialmente elocuente es la reflexión de la madre, Imma, entrecortada por la emoción. "Cuando me dijo 'Mamá, soy una nena', no sabía qué hacer. ¡Era mi niño!... -recuerda con lágrimas-. Se te va una persona y tienes la suerte de que te viene otra".

En el reportaje también muestran su opinión médicos, como Teresa Godàs, psicóloga de la Unitat d'Identitat de Gènere del Hospital Clínic (UIG), que opina que hay "muchas teorías' sobre la transexualidad, pero que una persona transexual "nace transexual".