competición culinaria

'Masterchef' cocina en Montserrat

TVE-1 ofrece el primer exterior de la cuarta temporada del concurso, grabado en el santuario de la Moreneta

Jordi Cruz, con Carme Ruscalleda y su hijo, Raül Balam, en el rodaje de 'Masterchef' en Montserrat

Jordi Cruz, con Carme Ruscalleda y su hijo, Raül Balam, en el rodaje de 'Masterchef' en Montserrat / periodico

MARISA DE DIOS / BARCELONA

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"El año pasado, el primer exterior de 'Masterchef' fue en el Àbac 'Masterchef' , pero al día siguiente nadie hablaba del restaurante, sino de animales con cosas en la boca", recuerda con ironía Jordi Cruz, uno de los jueces del 'talent show' de cocina, en referencia al famoso 'león come gamba' que se emitió en el mismo programa que el del local barcelonés del chef catalán.

"Esperamos que este año sí que se hable de Montserrat", afirma Cruz durante el rodaje del concurso gastronómico de TVE-1 en el santuario de la Moreneta, que la cadena ofrece este miércoles y a cuya grabación acudió 'Teletodo', el suplemento de televisión de EL PERIÓDICO, para ver y mostrar cómo se vive entre los fogones de 'Masterchef'.

Los 15 concursantes que han logrado entrar en la competición se enfrentan en Montserrat, en el mirador dels Apòstols, a la prueba por equipos tras haber cocinado con exparticipantes del programa en el plató en la primera parte del concurso de este miércoles.

DE 18 A 62 AÑOS

Frente a ellos, dos largas mesas llenas de ollas, sartenes y cacerolas y, detrás, una vista espectacular de las montañas.

"Ayer grabamos dentro de la iglesia y cantó la escolanía", avanza Macarena Rey, directora general de la productora Shine Iberia, que destaca el aluvión de peticiones que han tenido este año: "Hemos tenido un 25% más de inscripciones que el año pasado y hemos llegado a las 20.000".

De los elegidos para demostrar su valía entre los fogones en esta cuarta temporada hay desde un joven de 18 años estudiante de enfermería, Juan, a una veterana de 62, Emilia, además de dos hermanas gemelas, Raquel y Virginia, o un auxiliar administrativo alicantino, Salva, que la semana pasada pidió la mano de su novia durante el 'casting' final.

"Están bastante bien organizados –resalta Samantha Vallejo-Nágera sobre los concursantes mientras se acerca a ellos para darles algún consejo–.  Cada vez se preparan más", añade.

INCOMUNICADOS

Incomunicados en una casa mientras dura su participación en el programa, sin móvil, internet ni televisión y con solo 10 minutos de conexión telefónica semanal con la familia, los participantes reciben en su poco tiempo libre clases y cursos para depurar sus técnicas culinarias.

Aun así, están expuestos a las malas pasadas que les pueden jugar los nervios durante las pruebas, como quedó demostrado el año pasado con Alberto y el 'león come gamba', un plato sobre el que se han escrito ríos de tinta.

EL ‘LEÓN COME GAMBA’

"Fue un momento surrealista de la televisión y esperamos que no vuelva a ocurrir. Pero si vuelve a pasar, diremos lo mismo, que las cosas que no tienen sentido no tienen cabida en 'Masterchef'", sentencia rotundo Pepe Rodríguez, mientras Jordi Cruz puntualiza: "No criticamos a Alberto. Criticamos el plato", consciente de lo mucho que se comentó lo duro que fue el jurado en esa expulsión.

De momento, los jueces se están mostrando igual de exigentes con los participantes de este año. Solo hay que ver cómo Jordi Cruz les pasa revista mientras se enfrentan a la primera prueba por equipos de la temporada: "¿Cómo estás, Jordi?", le saludan los componentes del equipo azul. "Yo bien, pero veo que vosotros mal. ¡Corred, que no llegáis!", les alecciona el chef catalán, que en Montserrat recibió la visita de su madre y su hermana. La carrera a contra reloj vuelve a ser uno de los frentes de batalla de estos aprendices de cocineros.

En el primer exterior, disponen de dos horas y media para preparar dos platos por grupo: unas 'mongetes' con butifarra, unas croquetas de jabalí, un mousse de mató y una xatonada. El problema añadido es que no saben el número de comensales hasta la mitad de la prueba. "Es un poco lo que puede pasarle a un profesional, que no sabe para cuánta gente tendrá que cocinar", apunta Rodríguez.

80 COMENSALES

Al final, cuando se enteran de que sus platos los probarán 80 invitados, saltan las alarmas. Habrá que reajustar las cantidades, aunque "a algunos les va a resultar difícil", tal y como asegura David Marsal, al frente de los asesores gastronómicos del programa.

Ellos se encargan de controlar todo lo que se cuece durante la prueba para facilitarle luego la labor al jurado en sus valoraciones. De los asesores depende también desde el montaje de las cocinas hasta hacer la compra, desarrollar las pruebas o contactar con los chefs invitados.

En Monserrat, Marsal está rodeado por tres compañeros. No es lo habitual, ya que suelen ser tres en exteriores y otros tantos en plató.

Igual funciona el resto del equipo de 'Masterchef'. Está formado por unas 200 personas, pero trabajan en dos grupos independientes, uno para la prueba semanal en exteriores (que ruedan en uno o dos días) y otro en plató. Cada emisión del concurso supone una semana de rodaje.

LA EMPATÍA DE RUSCALLEDA

Con el cronómetro pisándoles los talones, los concursantes reciben una visita inesperada. Carme Ruscalleda y su hijo, Raül Balam, llegan para darles algunos consejos.

"Es la primera vez que venimos al 'Masterchef' de adultos, pero no podíamos decir que no a la Moreneta y aprovecharemos para visitarla", comenta Balam, que cuando se entera de que uno de los platos que catarán será una xatonada no puede evitar echarle una mirada cómplice a su madre.

"Es que Raül es este año el embajador del xató", aclara la chef del Sant Pau, a la que le cuesta ponerse en el papel de Pepe, Jordi y Samantha. "Yo lo pasaría muy mal como jurado porque tengo empatía con todos", se justifica.

El aire de Montserrat se va empapando de los olores que salen de las ollas y sartenes. Mientras, en el comedor del hotel, los comensales esperan impacientes los platos.

Y también la presentadora, Eva González, que admite que, después de pasar tanto tiempo entre cacerolas, se va quedando "con algunos truquitos". "Yo soy de cocina tradicional, de hacer potajes y pucheros", explica.

DE SERGIO DALMA A MACACO 

Entre los 80 invitados hay famosos como los músicos Sergio Dalma, Macaco y Dyango, el ilustrador Jordi Labanda y el actor David Fernández, que tendrán que elegir cuál de los dos menús les ha convencido más.

"Estoy seguro de que comeré bien pero, por si acaso, me he traído un táper", afirma divertido el álter ego de Chikilicuatre con su humor característico. Este miércoles, en 'Masterchef', veremos si los platos han sido de su gusto.