entrevista con el Actor

Jordi Rios: «El límite de la parodia está en la vida privada»

Encarna a una decena de personajes en 'Crackòvia', pero triunfa como el doble perfecto del capitán azulgrana Carles Puyol

«El límite de la parodia está en la vida privada»_MEDIA_1

«El límite de la parodia está en la vida privada»_MEDIA_1

CARME ESCALES
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

-¿Sabe que su personaje de Carles Puyol tiene muchos admiradores entre el público infantil?

-Sí, pero creo que, en Catalunya, si hay un personaje al que imitan los niños, es sobre todo el de Josep Lluís Núñez. Incluso los adultos creo que estamos mimetizados por expresiones como quicir. Y aunque los pequeños no sepan quién es Núñez, creo que el personaje que ha hecho Carlos Latre ha traspasado con creces al original y el 90% de niños imitan a Núñez. Lo tengo clarísimo.

-Pero usted también es una celebridad con su Puyol. ¿Le incomoda que le reconozcan por la calle?

-Al contrario. Es un poco el share de audiencia auténtico: que la gente te diga la felicidad y alegría que le damos el lunes, que te la transmita por la calle una persona desconocida es muy de agradecer.

-¿Molesta ser un imitador imitado?

-Es normal, yo también lo he hecho con mi Cruyff. Durante 15 años imité el que hacía Javi Martín en Força Barça, que me hizo reír mucho. Yo lo imitaba a él. Supongo que hacemos algo diferente, pero se inspira en aquel Cruyff. Y ahora nos pasa a nosotros: en el Facebook, un chico me dijo hace unos meses que le habían pedido que hiciese mi Puyol en el Crackòvia que ahora emite Telemadrid. Yo pensé: «Tómatelo como un homenaje», y dije: «Haz lo que tengas que hacer, solo faltaría». Es ley de vida. Es mucho más fácil imitar lo que ya está imitado. Es más fácil dibujar una caricatura de la Mona Lisa que dibujar a la Mona Lisa.

-Además de Puyol, imita a Ferran Monegal, Sergio Ramos, Pichi Alon-so, Huntelaar, Van Gaal, Fernando Alonso, Solozábal, Rudi Fernández… ¿Admira algo de ellos?

-No admiro nada especial de la gente que hago como personajes. A Carles Puyol he tenido la suerte de conocerlo personalmente y, ¡hombre!, es admirable que una persona en su posición tenga los pies en el suelo. Es molt bon payo y eso sí es de admirar, pero nada más.

-¿Qué destacaría de las imitaciones que realizan?

-Que, basándonos en un original, les damos una vida propia. Es decir, ni Ramos ni Cruyff son así. La gente ya ha asimilado cómo son los personajes, los guionistas se recrean y yo me siento muy cómodo de que así sea. Porque me siento un personaje, al fin y al cabo.

-Con tantos personajes en la cartera, ¿es difícil a estas alturas cambiar de registro?

-Es un ejercicio, el pan de cada día. Llega un punto en que es como lavar un plato o un vaso. O aparcar un Mercedes o un Seat 600, o escribir a máquina o con boli... Al final, haces las cosas. El objetivo no es cómo lo haces, sino que lo haces.

-¿Y cuál es el límite entre la parodia y el insulto?

-El respeto. Creo que el límite estaría en reírse de un defecto grave. Es decir, que el señor Sánchez Llibre, presidente del Espanyol, no tenga facilidad de palabra es un defecto, lógicamente, pero es de dominio público y, como persona pública, en teoría, debería tener más verbo. Nos reímos de ello, pero creo que con respeto. Lo que pasa es que el respeto, al final, es algo tan personal, tan delicado, tan etéreo, que lo que para nosotros es respetuoso, para el original puede no serlo. Pero la diferencia es no entrar en la vida privada.