Francis Lorenzo: "Haré de comisario hasta que el público diga que se acabó"

TVE-1 finaliza hoy la emisión de la quinta temporada de la exitosa serie de aventuras

Francis Lorenzo, en 'Águila Roja'

Francis Lorenzo, en 'Águila Roja' / periodico

MARISA DE DIOS / Barcelona

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A pesar de llevar ya cinco temporadas enfundado en el traje de cuero del oscuro comisario Hernán Mejías de 'Águila Roja'Francis Lorenzo (Pontevedra, 1960) no cambiaría a este personaje por el de ninguna otra serie. TVE-1 finaliza hoy (22.30 horas) la emisión de la quinta temporada, de la que Globomedia ya ha grabado la sexta. En noviembre empieza el rodaje de la séptima.

El actor está ahora por partida doble en TVE-1 con 'España a ras del cielo' (los martes, a las 22.30 horas), un programa con espectaculares imágenes con el que se está pateando el país no solo por el aire, como anuncia el título, sino también por carretera y en tren.

--El comisario siempre se ha mostrado implacable, pero esta temporada hemos visto su lado más humano al intentar ejercer de padre con Nuño. ¿Llegaremos a cogerle cariño?

--Hemos empezado a ver su parte emocional. Pero eso no quita que siga siendo malo. Cuando creáis que se va a convertir en alguien mejor... ¡batacazo! Saldrá el tío más cruel que he visto nunca.

--¿Es cruel por naturaleza o la vida le ha hecho así? 

--Yo creo que la vida le ha hecho así por muchos matices. Sus padres le abandonaron, tuvo que apañárselas solo, tiene ese punto de frustración porque tenía aspiraciones de llegar a la nobleza y, como representa a la autoridad, debe tener a todos atemorizados. A la vez su punto humano es clave. Los contrastes engrandecen a todo personaje.

--La marquesa, su gran aliada, lleva un tiempo sin aparecer. ¿La está echando mucho de menos? 

--Totalmente. La ausencia hace que te des cuenta de lo que echas de menos a las personas. Sobre todo ahora que me he quedado con la responsabilidad de nuestro hijo, Nuño. A mí también me está pasando igual con Miryam Gallego, la actriz que interpreta a Lucrecia. ¡Qué bien que ya haya vuelto a rodar, porque trabajar con ella es un auténtico regalo!

--¿Hernán tiene preparadas más artimañas para ayudar a Lucrecia a echar del palacio al nuevo marqués y a su madre? 

--Por supuesto. El comisario es un verdadero estratega, un tío muy listo que incluso siempre sale indemne con el cardenal. Sacará esa parte sibilina y maquiavélica para llevarlo todo a donde él quiere.

--¿Y cómo un hombre como él sigue acatando las órdenes del cardenal Mendoza, alguien tan poco de fiar? 

--Lo que pasa es que antes era más sumiso con el cardenal, pero desde que se casó con Irene coge un cierto poder. Como conoce sus debilidades, ya le rechista.

--La relación con su mujer, Irene, es también peculiar. 

--Su relación ha cambiado mucho. Antes era una niña y ahora ha empezado a tomar las riendas en muchos aspectos, como en el sexual. Irene ha ido aprendiendo a amar al comisario y ahora pelea por su matrimonio.

--Pero está teniendo un acercamiento con Nuño. ¿Soportaría el comisario una infidelidad? 

--Sería muy duro. ¡Y le cortaría la cabeza! (Ríe).

--¿Cómo un hombre tan cruel provoca tanta atracción entre las mujeres de la serie? 

--Porque no deja de ser un tío con cierto poder y encanto. El poder en aquella época era muy atractivo.

--¿Durante cuánto tiempo más le veremos con el uniforme del comisario? ¿Se ha puesto un límite? 

--Creo que 'Águila Roja' es una de las mejores series que se están haciendo en Europa. Cuando la veo y me pregunto "¿en qué otra serie entraría yo ahora?", pienso que me quedaría con el comisario. Es un personaje al que le debo mucho y lo haré hasta que el público, o la empresa, diga que se acabó.

--Con los recortes de TVE y la dilación en el estreno de los nuevos episodios, ¿tuvieron el temor de que la serie no continuara?

--Pudo haber pasado, incluso se habló de que podía irse a otra cadena. Ha sido un momento duro. Pero todos sabíamos que era un gran producto, de calidad, y sería absurdo cargarse esta serie que tiene el mejor dato de la televisión en estos momentos. 

--¿No da miedo pensar en el futuro una vez acabe 'Águila Roja'? 

--Siempre da miedo. El futuro es muy incierto para todos, pero creo que no debemos estar asustados. Ya sé que pensarán que lo digo porque yo estoy trabajando, pero es que el temor nos está atenazando demasiado, aunque lo que esté pasando sea muy fuerte. Debemos mandar el mensaje de que podemos salir, porque en 'España a ras del cielo' estoy descubriendo a gente muy válida y con inquietudes.

--Con ese programa será uno delos presentadores más envidiados, ya que le permite recorrer España, vivir las fiestas populares, entrar en sitios poco accesibles... 

--¡Claro! Eso es lo que la gente ve, pero luego hay un equipo detrás que está trabajando intensísimamente. Es duro, pero apasionante por todo lo que me permite: viajar, conocer gente y vivir historias únicas. Y he podido descubrir que, al margen de los políticos y de todas las historias, hay un pueblo muy sabio, con ganas de vivir y hacer cosas.

--Le hemos visto montar en helicóptero, en paramotor... No le asustarán las alturas. 

--A veces he pasado pánico. (Ríe).

--¿Dónde lo ha pasado peor? 

--El día que me sacaron de la Torre de Cristal en una grúa suspendida en el aire y podía ver el tejado de los edificios más altos de Madrid. ¡Y con el paramotor, cuando había que aterrizar!

--Ahora mismo está volcado en la tele y lleva mucho tiempo sin hacer cine. ¿Es una decisión intencionada? 

--Si le soy sincero, no cambio un capítulo de una serie por un papel en una película, excepto en tres o cuatro, y de esas no me han llamado. De otras que me sí lo han hecho no me han interesado. Si observamos a los americanos, que siempre van por delante, vemos que donde están las historias es en la pequeña pantalla. Es muy sintomático que Robert De Niro vaya a hacer ahora una serie. En cambio, aquí parece que el cine y la tele sean dos sectores distintos. Hay que quitarse esa tontería de encima y crecer juntos.

--Usted estudió Psicología. ¿Le ha servido esta carrera en su trabajo como actor? 

--Mucho. Tanto en mi trabajo como en la vida.

--¿En qué sentido? 

--Me ha ayudado a conocerme, a evolucionar, en mis debilidades, a estudiar los tipos de personas para enfocar luego los personajes... Además, tengo facilidad para conectar con la gente y eso me viene de la psicología.