Francis Lorenzo «'Águila Roja' ha estado mucho tiempo en un cajón sin merecerlo»

Tiene 55 años, pero parece que tiene 10 cuando se pone a contar detalles de 'Águila Roja' con un brillo infantil en los ojos. A pesar de llevar ya siete años con la serie bajo la dura piel de El Comisario, Francis Lorenzo no muestra síntomas de cansancio y aboga por la continuidad de un producto que considera muy rentable para TVE. Eso sí, querría ver muerto a su personaje al final de esta historia para dar ejemplo y dejar las pautas morales muy claras. 

–Se notan esta temporada más toques sociales en la serie... 

–Sí, no deja de ser ficción, pero tiene un contacto con la realidad muy interesante. A través de las tramas, los guionistas en esta temporada han incluido muchas pinceladas sociales, pero de aquella época. Te das cuenta de que la historia se repite, que cosas que pasaron en 1600 son parecidas a cosas actuales. 

–¿Cómo ve a El Comisario en esta nueva tanda de episodios? 

–Lo pasa mal. Se queda hecho trizas. Y todo eso hace que empiece a ver las cosas de otra manera y se venga arriba. Por eso quiere acabar con la vida de la marquesa. 

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Esta ficci\u00f3n no es m\u00e1s cara","text":"\"Esta ficci\u00f3n no es m\u00e1s cara\u00a0que 'Cu\u00e9ntame c\u00f3mo pas\u00f3' y, en cambio, da el doble de audiencia\""}}–¿Cómo se imagina el final de su personaje? 

–Creo que El Comisario tiene que morir. Si la serie acaba, hay que matarlo. No se puede dejar vivo a un canalla tan grande. Tiene que morir, y de una manera muy cruel; a lo mejor, matado por su hermano. Sería muy duro, pero no quiero hablar porque no contemplo el final. 

–¿Después de siete años no le entran ganas de hacer otras cosas? 

–Sí. Pero esta serie tiene la gran ventaja de que la rodamos en siete meses y luego tienes otros cinco para hacer otra cosas. Yo he podido rodar 'El ángel de Budapest' y 'El códice calixtino'. Y también 'España a ras de cielo'. 

–El productor, Daniel Écija, se queja de que no se le ha hecho justicia a 'Águila Roja'... 

–Bueno, estoy de acuerdo en un sentido. Es una serie que ha sido un éxito total, la más vista de la televisión española en muchos años. Y, sin embargo, ha estado mucho tiempo en un cajón. Los espectadores y fans nos decían por las redes sociales que cómo íbamos a abandonarles. Pero estos temas se nos van de las manos a nosotros y no nos podemos meter. 

–¿Y qué ha podido pasar para haber estado en la cuerda floja? 

–Son decisiones de TVE, que tendrá motivos para dudar y,a lo mejor, son presupuestarios. Pero no es una serie cara. No es más cara que 'Cuéntame...' y en cambio da el doble de audiencia. Hemos conseguido hacer en España algo de mucha calidad y lo hemos tenido un poco escondido sin merecérselo. No nos olvidemos de que han venido los americanos a ver cómo lo rodábamos. Y no daban crédito cuando veían lo que hacíamos con ese dinero. A ellos un capítulo nuestro les costaría siete millones de euros. Nosotros lo hacemos con 700.000. 

–¿Qué le parece Resines de presidente de la Academia de Cine? 

–Es un acierto. Resines es un tío que conoce muy bien esta profesión. Y por otro lado, es una cara muy visible, lo que hace que tenga más repercusión cuando habla o comenta algo. Esto es muy importante. 

–¿Quiere decir que el anterior carecía de esa imagen potente? 

–No. No tengo nada contra González Macho, pero era un productor casi desconocido en la profesión y cara a los medios lo que dijera no tenía mucha repercusión. En cambio, Resines donde salga va a tener una repercusión que va a ayudar mucho. Él no quería ser presidente, pero le han animado explicándole todo esto que acabo de decir. 

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Soy el \u00fanico actor\u00a0","text":"\"Soy el \u00fanico actor\u00a0al que no doblan en esta serie:\u00a0con el traje de comisario me vuelvo muy temerario\""}}–¿Le cuesta hacer las escenas de acción a su edad? 

–Soy el único actor al que no doblan en esta serie. Lo puedo decir abiertamente; el único que galopa cuando galopa y pelea cuando pelea, aunque hay otros que también pelean. Pero en los caballos nunca me dobla nadie. En los desnudos, tampoco. Y eso que ya no tengo cuerpo para desnudarme. Pero me atrevo a hacerlo. 

–¿Quiere decir que los demás no se atreven? 

–Hombre, es que hay cosas que son muy pesadas de hacer. Es muy difícil estar montado en un caballo a las ocho de la mañana, en El Escorial, con tres grados bajo cero y tener que atravesar un campo mojado con piedras en el que te juegas la vida. Yo les entiendo, porque cuando me veo en pantalla me acojono y me pregunto cómo pude hacer eso. Pero es que cuando me pongo el traje de Comisario me vuelvo muy temerario. Con el uniforme hago cosas que no haría en mi puta vida. 

–¿Sabía montar a caballo? 

–He aprendido mucho en esta serie. Había hecho ya cosas en Curro Jiménez a caballo con Sancho Gracia. El otro día rodamos un plano fantástico, y eso que yo tenía el menisco roto. Fue una de las secuencias más duras de toda mi vida. Era una persecución a caballo y el director me dijo que quería meter una cámara en medio de los delincuentes hasta que me cogen. Era tan bonito el plano que me armé de valor y dije: «Con dos cojones lo hago». Cuando tuve que parar el caballo me caían las lágrimas de dolor. Tenía el menisco roto y estuve grabando 20 días así. Pero esta serie merece la pena. Quiero decir que le echo huevos. Tengo 55 años y esta ficción es para chavales de 20 o 30 años.