tú y yo somos tres

Escayola en la piscina

Ferran Monegal

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Y va el pobreIgnasi Guitart(Jesús Ferrer), con su pata escayolada, circulando alrededor de la piscina, y ¡patapam!, se cae al agua y muere ahogado mientras laMercè(Mercè Sampietro) se lo mira desde la orilla, perversamente quieta, sin mover ni un músculo, ni un dedo, para socorrer a su marido. ¡Ah! Este golpe final del culebrónLa Riera(TV-3) ha sido surrealista. Alguien con la pata escayolada, renqueando, y con muletas, lo último que haría sería entretenerse haciendo equilibrios al borde de la piscina. Quien debe de haberlo pasado muy mal esBoris Izaguirre: hace un mes, mientras le entrevistabaJuan José Millásen Canal +, contó que si pudiera elegir la forma de morir escogería acabar ahogado en el fondo de una piscina. Decía que era una imagen muy cinematográfica. Muy artística. ¡Ah! Pues vaya con cuidadoBoris: si cae en este culebrón, su muerte en la piscina será para partirse de risa. Es curioso, antes de este capítulo deLa Rieranos colocaron un virtuoso30 minuts dedicado a esas criaturas fantásticas, esa nueva aristocracia televisiva, llamados Los guionistas. Es verdad que son gente con talento. Personas imaginativas. Pero en el caso de TV-3 viven inmersos en un bucle terrible. La propia dinámica de la cadena les conduce, siempre, hacia el retorcimiento y lo enfermizo. Desde los tiempos deNissaga de poder, nuestra muy admirada Televisió de Catalunya cree haber encontrado un estilo original y exclusivo. Una aportación muynostradaa laculebrísticaque en el fabuloso telehipódromo mundial se produce. Un sello, un signo de identidad, que consiste en retratar la vida humana a partir siempre de tormentos existenciales tremebundos, de horrorosas negritudes anímicas, incluidas desviaciones sexuales, y todo al servicio de un sentido patrimonial, maquivélicamente instrumental, del concepto de familia. En este final deLa Rierahemos asistido a la confesión del degraciadoMauri(Ciscu Luchetti), desvelado ya como un pederasta enfermizo, y a las maquinaciones de laMercècomo gran tarántula succionadora de sus hijos. No obstante, el perfil más conseguido ha sido el deClaudi(Pere Arquillué), un elemento que en casa nos ha gustado mucho. Por recalificar unos terrenitos ha sido capaz de matar, de cepillarse a la viuda, y de prostituir a su propia esposa. ¡Ah! Bien mirado, no son tan irreales estos dibujos que han coloreado los guionistas. Lo del escayoladoIgnasien la piscina ha sido de risa. El resto, no es surrealista.