Entrevista

Wagner Moura: "Pablo Escobar solo quería ser amado"

El actor y cantante brasileño, bien conocido por su papel en 'Tropa de Élite', encarna ahora a Pablo Escobar en la serie 'Narcos', cuya segunda temporada llega a Netflix el viernes 2

television serie narcos WAGNER MOURA 20160901

television serie narcos WAGNER MOURA 20160901 / El Periodico

JUAN FERNÁNDEZ / MADRID

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El viernes, 2 de septiembre, Netflix estrena la segunda y definitiva temporada de Narcos, la serie que explica la historia del narcotráfico colombiano a través de la vida de su principal capo, Pablo Escobar Gaviria, que morirá al final de la próxima tanda de 10 capítulos. Esto no es un spoiler, sino la historia conocida de un personaje de noticiero a quien Wagner Moura (Bahía, Brasil, 1976) ha encarnado en la pantalla.

¿Cómo ha cambiado la imagen que tenía de Pablo Escobar tras hacer esta serie? Si me hubiera preguntado por él hace cuatro años, le habría dicho: «Ah, sí, el gordo ese que mataron en Colombia sobre un tejado...» Recuerdo ver aquella imagen en la televisión, igual que recuerdo las bombas que asolaron Colombia cuando la guerra de los cárteles de la droga. Ahora, después de conocerle a fondo, le hablaría de la persona que había debajo del personaje, de sus contradicciones, de sus debilidades y de sus zonas grises. Es ahí donde se fija la serie.

Hábleme de ello... Para unos era el mayor criminal de la historia de Colombia. Otros le veían como un Robin Hood. Detrás de la figura conocida había un ser muy complejo. Si Pablo Escobar hubiera sido un narcotraficante al uso, estoy seguro de que hoy seguiría vivo y dedicado a sus negocios. Pero él no era como los otros. Un narco desea vivir en las sombras, ser invisible, que nadie sepa a qué se dedica. Él, en cambio, buscaba la luz, deseaba ser visto y admirado. Más que conocido, ansiaba ser reconocido. En realidad, solo quería ser amado...

Curiosa forma de buscar el afecto la suya. Son las contradicciones de Escobar, un hombre que mató a decenas de colombianos y, a la vez, quería ser presidente de su país, Colombia. El mismo tipo que era capaz de hacer explotar un avión lleno de gente en el aire dejó grabaciones registradas por la Policía en las que se le oye contándole tiernos cuentos de hadas a su hija y poniendo voces de dibujos animados para dormirla. Si yo recibiera un guion con un personaje de ficción así, me parecería imposible, tan rico, con tantos matices. Pablo superaba la realidad.

¿Diría que la serie 'Narcos' humaniza a Pablo Escobar? Sí, sin duda. Ojo: esta no es la historia de un santo y sus fechorías quedan detalladas, pero una serie no puede limitarse a eso, sino que debe entrar en la naturaleza humana de los personajes. Hace años tuve que hacer de criminal encerrado en una prisión y el productor me llevó a la cárcel en la que se ambientaba la trama para que conociera a sus habitantes. Temía encontrarme lo peor, pero descubrí que los presos eran igualitos que usted y que yo. Habían hecho cosas terribles, habían matado, habían cortado cabezas, pero luego tenían miedo y les preocupaban sus familias, como a la gente de la calle. Lloraban y amaban igual que Pablo.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"La serie no es la historia de un santo","text":"\"La serie no es la historia de un santo\u00a0y las fechor\u00edas de Pablo quedan detalladas, pero 'Narcos' no puede limitarse a eso\""}}Ha afirmado usted que encarnar a Pablo Escobar le ha cambiado la vida. ¿Por qué? En primer lugar, porque nunca había hecho un personaje durante tanto tiempo ni de forma tan intensa. Cambié mi cuerpo para darle vida, gané 20 kilos, me mudé a Colombia y me llevé a mi familia conmigo. Mis hijos estudiaron en escuelas de Bogotá. Por otro lado, estudiar tan profundamente la historia del narcotráfico, que es una realidad gigante en Latinoamérica, ha sido una experiencia transformadora.

En la ficción, triunfan los malos: Walter White, en Breaking bad, el Pablo Escobar de Narcos... ¿Tiene alguna teoría al respecto? La gente que vive por encima de la ley tiene una existencia inaccesible al resto de mortales. Rompen las barreras que nosotros seríamos incapaces de romper.

¿Qué veremos en la segunda temporada de Narcos? Será mucho más dinámica que la anterior. La primera temporada fue muy épica, con mucha voz en off explicando el nacimiento del narcotráfico colombiano. A José Padilha, el director, le gusta explicar las historias que cuenta en sus películas y series. La segunda temporada sigue así, pero incorpora mucho más dramatismo, es más intensa. Piense que la primera tanda de episodios cubría 15 años de la vida de Pablo Escobar y en la segunda, tan solo 11 meses.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Esta segunda temporada","text":"\"Esta segunda temporada\u00a0relata el drama de un Pablo que quiere proteger a su familia mientras le persigue todo el mundo\""}}Sus últimos 11 meses de vida. La segunda temporada relata el drama de un Pablo que quiere proteger a su familia mientras le persigue todo el mundo. Su esposa, Tata, se revela como un personaje fundamental, y aparecen nuevas figuras por ahí. Los hombres del cártel de Cali también ganan mucha relevancia, ya que fueron decisivos en la caza de Escobar. Es una temporada muy dinámica, con mucha acción. Y al final, claro, le matan.

¿Qué hay de Murphy, el agente de la DEA que narra la historia? En la próxima temporada, él y Peña se obsesionan tanto con la idea de matar a Pablo que acaban rompiendo ciertas barreras morales e imitando el comportamiento del propio narco. Se supone que ellos son los chicos buenos, pero en esta tanda se planteará un gran conflicto moral que demostrará que la línea entre el bien y el mal no es tan clara.

Usted se graduó en Periodismo. ¿Qué le preguntaría a Pablo Escobar si pudiera hacerle una entrevista? Investigando en su pasado para crear el personaje, descubrí una entrevista que le hizo un día la periodista Yolanda Ruiz, y que aparece reflejada en la segunda temporada de Narcos. Ella le preguntó: «¿Es feliz?» A lo que él responde: «Siempre he estado contento, he tenido fe en la vida y cada día canto en la ducha. Sí, soy un hombre feliz». Creo que le haría esa pregunta: «¿Alguien que ha hecho lo que usted ha hecho puede ser feliz?»

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