Nuevo programa

El cámara aventurero

Txerra Cirbián / Barcelona

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Paul Mungeam es un veterano cámara inglés, apodado ‘Mungo’, que ha acompañado durante años al famoso experto en supervivencia Bear Grylls. Ahora, después de 20 años de hacer de aventurero consorte empieza a volar él solo y estrena un programa propio: ‘Expedición Mungo’, que llega el domingo, 6 (22.30 horas) al canal DMax.

Mungo ha viajado a más de 90 países y ha trabajado con grandes nombres de la tele, como el citado Grylls, Will Ferrel, Ben Stiller, Kate Winslet y Simon Cowell, entre otros. También ha escrito los libros ‘The cameraman' y 'Living the dream' y dar conferencias motivacionales. Ahora, explora los mitos y leyendas de los que ha oído hablar durante estas dos décadas en su propio programa de aventura. Así, en su primer capítulo, el reportero viaja a Perú en busca de una serpiente de más de 45 metros de longitud que, dicen, ha matado a varias personas en la selva.

¿Qué le impulsó en su día a ser cámara en las aventuras de los famosos? Conocí un hombre llamado Simon Niblett, y me di cuenta de que estaba viviendo mi sueño, en un trabajo en el que viajaba por el mundo, con proyectos emocionantes, tenía este maravilloso 'kit' de cámaras, una moto, un Land Rover y pensé… ¡eso es lo que yo quiero hacer! Para mi suerte, al poco de conocerle, me ofreció un trabajo como su asistente. El resto es historia.

¿Estaba harto de ser solo cámara cuándo decidió hacer su propio programa? No estaba cansado, pero me apetecía un nuevo reto. Cuando has hecho algo durante 20 años, ya tienes mucha experiencia y sale todo muy natural. Siempre estoy dispuesto a nuevos retos, y cuando salió la oportunidad de estar delante de la cámara pensé, qué emocionante, qué aventura, y fui a por ello.

¿Quién le sustituye ahora a usted como cámara? ¿Era un ayudante suyo? Es un chico que trabajó conmigo antes en 'Bear Grylls:  mission survives' como director de fotografía, Rob Taylor. Le pedí que fuese mi cámara por dos razones: es muy bueno en su trabajo y es muy buen amigo, y en esta experiencia necesitaba a alguien que pudiese hacer el trabajo por sí mismo. Es un genio en lo suyo.

¿Las escenas de Bear Grylls y otros famosos siempre se ‘montan’ luego para ser más espectaculares que la realidad? Estamos haciendo televisión. No estamos realmente sobreviviendo, estamos enseñando a la gente cómo sobrevivir. Cuando algo ocurre, es inesperado, pero tenemos que captarlo con la cámara. Así que estamos limitados por lo que podemos hacer. Algunas cosas están producidas, pero el grueso de lo filmado es real. Aún así tenemos que ser prácticos en cómo lo grabamos para que pueda servir a la audiencia. Pero, obviamente, al final decimos que esto es solo televisión, así que intentamos hacer las cosas lo más naturales que podemos, porque cuando ruedas no estás únicamente grabando lo que pasa, sino que tienes que hacerlo en una secuencia, para contar una historia a través de la cámara. Ya ve usted que no es tan sencillo responder a esta pregunta con un sí o no.

De los episodios que ha rodado, ¿cuál es el más cercano a la realidad? Todo es real. Siendo un cámara estás cara a cara con las situaciones y los animales. A veces la situación es más descontrolada de lo que nos gustaría, y es cuando parece más real. Si no puedes controlar una situación, es más difícil contar una historia claramente, como nos pasó en un lugar donde no nos agredieron, pero fuimos atacados verbalmente por gente que pensaban que veníamos de una compañía petrolífera y estaban enfadados. Pensaban que estábamos grabando y explorando para esa empresa y se sentían agredidos. Tuvimos que explicarles lo que hacíamos, y se arregló todo, pero eso fue muy real.

¿Y cuál es el capítulo donde más elementos de ficción ha puesto? Uno de los problemas en el programa es que a veces hablamos de criaturas mitológicas, que no necesariamente existen. Eso no significa que se inventen, pero hay personas que creen en ellas y como tales mitos no se puede matar y tienen que hacer algo para convivir con ello. Muchas veces las brujas o los chamanes pueden influir. No inventamos cosas, pero tenemos que ser muy cuidadosos para crear una historia y reflejar lo que dicen o piensan esas personas de manera clara y real, y exponer que el ataque que alguien ha sufrido podría venir de una pitón, un cocodrilo o una hiena. Realmente no montamos ni inventamos nada. Simplemente queremos contar cómo pasaron las cosas.