Enrique Sánchez: "Padres e hijos pueden disfrutar juntos de la cocina"

En un país con tanta tradición gastronómica como el nuestro y que cuenta con chefs tan reconocidos internacionalmente como Ferran Adrià o José Andrés, la cocina estaba destinada a convertirse en un referente también en la tele. Tras el éxito de programas como 'Masterchef' (TVE-1), 'Cuines' (TV-3), 'Top chef' y 'La cocina de Karlos Arguiñano' (Antena 3), la pequeña pantalla ha puesto el foco en los espacios culinarios destinados a los más pequeños de la casa. Ahora mismo, las cadenas infantiles cuentan con dos ejemplos: 'Un, dos... ¡chef!', en Disney Channel, y 'Cocina con Clan' (los domingos, a las 12.00 horas), en el que Enrique Sánchez enseña a cocinar y a comer de forma saludable. Curtido en programas de Canal Sur como 'Cómetelo', 'La báscula' y 'El gusto es nuestro', colabora en la sección culinaria infantil del 'Menuda es la noche' de Juan y Medio.

--'Cocina con Clan' es un programa para que los niños aprendan a comer y a cocinar, pero también sus padres. 

--No es un programa de cocina para niños, sino con niños. Queremos demostrar que padres e hijos pueden disfrutar juntos de la cocina, comer de forma variada y hacer muchísimas recetas que no implican ningún peligro para los pequeños y estos, además, se lo pasan bien. Nosotros lo hemos comprobado en el programa porque los pequeños no pueden actuar; se les nota.

--De todas formas, los niños siempre tienen que estar bajo la supervisión de los mayores. 

--Ya en el programa los tengo a mi izquierda y a la derecha, el fuego y los cuchillos. Yo hago un poco de barrera entre el peligro que, a priori, puede haber en una cocina y los pequeños.

--La comida es muchas veces el caballo de batalla de muchos padres con sus hijos, que se niegan a comer algún alimento. ¿Es una buena técnica que los pequeños les ayuden en la cocina? 

--¡Claro! El contacto con los ingredientes, su manejo, hace que muchas veces se vayan acostumbrando al color, la textura y el aroma de los ingredientes y les pierdan el miedo a alimentos que dicen que no les gustan aunque no los hayan probado.

--¿Tiene usted hijos? 

--Tengo un niño de 2 años y medio y otra de 4 y sé que los padres somos capaces de invertir mucho tiempo en temas como a que aprendan a acostarse solos. Los metemos en la cama, lloran, volvemos a la habitación... Sin embargo, a la hora de comer se lo damos todo hecho porque nos resulta más fácil. Pero ellos se merecen que invirtamos tiempo en la comida. Somos lo que comemos y a esas edades, dependiendo de los nutrientes que entren en su cuerpo, se desarrollarán de una forma u otra.

--A los niños también les llaman la atención las recetas que hacen, con platos tan originales como el edredón verde de tortilla sobre osito de arroz dormido. 

--Son recetas vistosas, simpáticas y fáciles de preparar. Con el arroz hacemos el osito y le ponemos una almohada de queso. Los ojos los hacemos con aceitunas y el edredón, con tortilla de brócoli. Al final se lo comen y han probado ingredientes que a lo mejor no sería tan fácil que los tomaran de otra forma...

--Usted logra que los pequeños no solo quieran comida basura. 

--No me gusta llamarla así, prefiero decir comida rápida. De hecho, jugamos mucho con ese gancho. Preparamos hamburguesas vegetales con cebolla, setas, puerros, o perritos calientes con legumbres en vez de salchicha... Lo montamos igual y les gustan.

--¿Sus hijos pasan mucho tiempo en la cocina? 

--Desde que eran muy pequeños me los llevaba allí, cocinaba, les iba dando cachos de zanahoria, la mordían, la chupaban, mientras les explicaba lo que hacía. Lo de probar las cosas es clave. ¿De qué sirve que le diga a mi hijo que es sanísimo comer coliflor si yo le pongo eso a él y luego me preparo un filete?

--Aconseja entonces comer juntos. 

--Lo ideal es comer todos juntos en la mesa, sin la tele o con poco volumen para propiciar el diálogo. También llevar la fuente a la mesa y que sea el niño el que se sirva. De esa forma él marca la cantidad que quiere. Y a lo mejor te sorprendes porque tú le echarías dos cucharones y él se sirve tres y le dices: "¿Todo eso te comerás? ¡Si no me lo como ni yo!". Así le estás marcando un reto sin que él se dé cuenta y se lo come todo.

--Deme más trucos. 

--Hay muchos. Como darle elecciones controladas. Si le preguntas: "¿Qué prefieres cenar, pescadito a la plancha o alcachofas rellenas?" Seguro que te dice lo primero. Y se lo come porque lo ha elegido él. Tampoco hay que premiarles con alimentos, como un helado, si se lo comen todo, porque eso implica que el helado es lo bueno y el otro plato, lo malo. Se cae mucho en ese error. Lo que hay que hacer es premiarles jugando con ellos o algo así.

--Antes de su programa, tuvimos 'Masterchef junior' y ahora está en emisión 'Un, dos... ¡chef!'. ¿Por qué están apareciendo tantos programas culinarios para niños? 

--Afortunadamente, estamos comprendiendo que la alimentación no empieza cuando uno se independiza y tiene que cocinar porque no está mamá. Comienza desde pequeños y la estamos descuidando. Cada día, por diversas razones, estamos comiendo peor. Vamos a presumir de que este país tiene una de las mejores despensas del mundo y vamos a convertirla en riqueza culinaria desde pequeños. Por eso creo que ahora se está empezando a cuidar la alimentación infantil.