entrevista con el actor

Eduard Fernández: "Yo siempre suspendía en Historia"

Eduard Fernández es Felipe II.

Eduard Fernández es Felipe II.

OLGA LERÍN / Barcelona

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-¿Cómo valora su incursión en el personaje de Felipe II?

-Me ha hecho mucha ilusión. Cuando somos niños y jugamos a hacer de piratas y de indios, uno de los personajes que uno siempre quiere hacer es el de rey o princesa. Y he cumplido un sueño de niño. Me importaba mucho la pinta del rey y me gusta el aspecto físico que le hemos encontrado, con un mentón muy prominente, rubio y barba, y el vestuario.

-¿Después de este trabajo, qué imagen le ha quedado del monarca?

-Por lo que dicen, Felipe II era más bien tímido y no le gustaba demasiado estar en público. Pretendía quedar bien en la historia y no perder el imperio que heredó de su padre, Carlos I. Era un poco acomplejado interiormente, pero muy trabajador y todo pasaba por sus manos. Por tanto, la burocracia aumentó. Tenía mucho miedo a las traiciones y a ningún secretario le daba toda la información. Por esa razón, la traición de su secretario Antonio Pérez para él resultó muy grave.

-¿La princesa de Éboli aporta alguna novedad a este tipo de producciones televisivas?

--Es un proyecto que acerca la Historia al público, porque hemos pretendido que sea muy humano, que se vean las lágrimas, el sudor, la sangre… No es una serie histórica plana, sino que los personajes tienen corazón, sudan, comen y beben. Este es el atractivo. Cuando los chavales estudian Historia en el colegio, la ven como un rollo. Yo siempre la suspendía y de adulto te das cuenta de que es el cuento del mundo más bonito.

-Se habrá tenido que empapar...

-Absolutamente, porque yo era, insisto, un negado. He leído mucho, pero eso es lo bonito del oficio de actor: te vas colocando en lugares en los que nunca te habías metido.

-¿Qué tiene de cosecha propia este Felipe II que usted ha creado?

-Un tono de voz un poco agudo. Cuando vi la pinta del personaje, pensé que era bueno mantenerlo, porque me parecía más acorde con él, aunque parezca que un tono más grave le da más empaque y que seas mejor actor.

-¿Aceptó la oferta porque solo se trataba de dos episodios?

--Yo pretendo no tener prejuicios. Si la historia me gusta y es para tele, bienvenida sea. Es un buen medio para hacer este tipo de productos.

-El cine cada vez busca más caras procedentes de la pequeña pantalla. ¿Para usted, que no se prodiga en el medio, es un hándicap?

--No lo sé. Esa es una pregunta para los productores.