TU Y YO SOMOS TRES

21 días sin posturitas ni comedia

FERRAN MONEGAL

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Mucho más auténtica, mucho más humana, mucho menos teatral, y sin frívolos posturismos de ninguna clase, nos ha parecido en casaAdela Úcar, periodista que acaba de arrancar la nueva temporada de21 días(Cuatro). La diferencia conSamanta Villar, su antecesora, es notable.Samantajugaba a ser actriz.Adelano juega a nada, simplemente intenta hacer de reportera. Sin comedia. Sin imposturas. Sin pretender aparentar que se transforma en algo que no es. Y se ha estrenado con un ejercício tremendo: se ha sumergido en el vertedero de basura La Chureca (Managua), un inmenso y putrefacto lugar en el que malviven unas 300 familias intentando sobrevivir en condiciones espeluznantes. Adela ha realizado un trabajo desde el respeto y desde la autenticidad. Sin discursos falsamente moralizantes, ni aspavientos, ni aquello de «¡Uff, qué mal huele eso, qué barbaridad!». ¡Ah! buen giro el de este programa: hemos pasado de la pamema comediante al tono del buen reporterismo sobre la marcha. Al menos en esta primera entrega así nos ha llegado. Otro análisis sería abordar los sentimientos que nos han invadido cuando hemos visto aquella miseria. Sentados cómodamente en casa, nuestra crisis se ha disipado. Reconforta mucho ver a seres humanos infinitamente más desgraciados que nosotros. Aún sufriendo por ellos, un repunte de hipocresía nos invade. Nuestra propia miseria existencial, por contraste, queda tamizada.

LOBOS CON SILICONA -.En lugar de hacer una serie de época, ambientada en la España de la segunda mitad del siglo XIX, les ha salido un culebrón delfar west, tipo

spaghetti western, con paisaje entre extremeño y andaluz, en la frontera con Portugal. Estoy hablando de esta deliranteTierra de Lobosque acaba de estrenar Tele 5. Uno de los momentos más risibles -hay varios- de este primera entrega es cuando a uno de los hermanosBravo (Roman), fogoso muchacho, le entra de pronto un apretón y se mete en un burdel para desahogarse. Se acuesta con dos muchachas y la cámara se recrea en el frontis de las damas. Y vemos con absoluta hilaridad que ambas presentan un recauchutado sensacional. ¡Ah! hay tanta silicona en aquellos dos frontales queYola Berrocaldebe de estar con un ataque de celos muy grande. No sabíamos que en 1850 ya había cirujanos plásticos ensiliconando al personal. Tiene mérito.