y cierre

Defender el periodismo

Ana Pastor, directora de 'Los desayunos de TVE'.

Ana Pastor, directora de 'Los desayunos de TVE'.

OLGA PEREDA

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Que el periodista no debe ser la estrella de la noticia es algo que se aprende en primero de carrera. Da igual si la facultad no enseña ese mandamiento básico, porque se aprende el primer día que uno entra en una redacción. Hasta ahí, de acuerdo. Pero, ¿qué pasa cuando el periodista es criticado, atacado? No él o ella directamente, claro, sino el medio en el que trabaja. ¿Debe el periodista pasar palabra?

Hablemos del caso María Dolores de Cospedal (PP) versus Ana Pastor (TVE). Algunos periodistas serios y curtidos aseguran que si la directora y presentadora de Los desayunos... no estaba de acuerdo con lo que la secretaria general del PP decía, hubiera bastado con que lo hubiera hecho notar con una sola frase y dejar la discusión para cuando terminara el programa. No fue así. Durante unos minutos, Ana Pastor defendió en directo la objetividad y la no existencia de una «dirección política» en RTVE, como aseguraba la entrevistada. Lo hizo demostrando que los periodistas están para preguntar (ella no formuló la pregunta inicial sino un colaborador externo a la cadena) y, sobre todo, repreguntar cuando la respuesta no aclara nada. Repreguntar es un noble ejercicio que cada vez se practica menos.

Juan Ramón Lucas, que no se caracteriza precisamente por su agresividad en las entrevistas, hizo algo parecido ayer en RNE con la vicesecretaria de organización del PP, Ana Mato, que insistió en la falta de objetividad de la televisión pública. «¿Sabe lo que nos han dicho nuestros superiores? Independencia», confesó el periodista en antena. ¿Qué tenía que haber hecho Lucas? ¿Callar? No creo. No pasa nada por defenderse. De manera tranquila, serena y sin puñaladas, esas que tan poco se estilan en la información política.

Andreu Buenafuente, uno de los grandes del humor, emitió hace días un comunicado. Uno de los puntos criticaba a los periodistas («o lo que queda de ellos», decía). Aseguraba que están «embobados» con las redes sociales. Respetando que cada uno tenga su opinión, ¿no podemos contestar que no todos los periodistas cortan y pegan? ¿No podemos recordar que hay informadores que llaman, confirman noticias, entrevistan personalidades, y, sobre todo, pasan muchas horas en la calle trabajando? Al igual que repreguntar, defender la profesión periodística (la de verdad) es un noble ejercicio que hace que nuestra sociedad sea mejor y un poquito más libre.