ENTREVISTA

Cayetana Guillén: "Hubiera sido muy injusto no renovar 'El Ministerio...'"

La actriz madrileña cree que una cadena privada "no se habría permitido dar una segunda temporada" a la serie de TVE

Cayetana Guillen Cuervo

Cayetana Guillen Cuervo / periodico

JUAN CARLOS ROSADO / MADRID

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Es uno de los rostros más asociados a la televisión estatal por su don de la ubicuidad en varios programas de TVE. Asentada como presentadora cinematográfica y cultural, solo le faltaba la ficción para completar el círculo con su faceta de actriz. Y lo consiguió con su papel de Irene en 'El Ministerio del Tiempo' (lunes, 22.15), serie que emite su segunda temporada tras haber superado las dudas de los dirigentes de TVE sobre su continuidad. Cayetana Guillén Cuervo (Madrid, 1969) defiende a capa y espada un proyecto que le apasiona. 

Menos mal, ¿no? Creo que como ente público está muy bien que vaya más allá. Eso una privada no se lo hubiese permitido. Estuvo bien que valorara la altura divulgativa y didáctica de la serie, que estaba llegando a rincones de público a los que la cadena no llegaba. Gente más joven, más urbana y más intelectual. Había llegado a ella con un producto y TVE no lo podía desperdiciar. 

¿Es la primera serie que es salvada por las redes sociales? Yo creo que sí. Eso ha demostrado cómo evoluciona la manera de consumir imagen. Ha sido muy importante que se escuchara esa corriente. Creo que los medios de comunicación deberían tener los datos de las audiencias de descargas y de las otras formas de ver los productos audiovisuales, porque sería la manera de medir realmente el impacto y la importancia que está teniendo la serie en la sociedad. En definitiva se trata de eso. 

¿Está de acuerdo con quienes criticaron la forma de programarla de TVE? Creo que hicieron lo que pudieron y lo que pensaron en ese momento que iba a ser lo mejor. Luego metes la pata porque no sabes muy bien cómo va a ir la cosa. Es verdad que cambió de día e igual no era lo mejor, pero se hizo con buena intención. 

¿Por qué cree que una serie tan extraña ha enganchado? Porque es una serie inteligente que no hace muchas concesiones y que no ha querido ir de entrada a por todos los públicos y todos los perfiles. Ha respetado el criterio de sus creadores y ha conectado con un público televisivo que hacía tiempo que no veían un producto así.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Cayetana Guill\u00e9n","position":"aCTRIZ","text":"Esta es una serie salvada por la gente, con lo que ahora tiene mucha m\u00e1s visibilidad\""}}¿Cree que esta serie debería difundirse en los colegios? Sí. Mi hijo tiene 10 años y la ve con sus amigos. Buscan en internet quién era Hitler, Himmler, Spinola... Le hemos llevado al Museo del Prado a ver los cuadros de Velázquez a raíz de 'El Ministerio del Tiempo'. Creo que es una serie blanca que no tiene nada que no puedan ver los niños. Yo he disfrutado mucho de ella con mi hijo.  

¿Cómo es la evolución de su personaje en esta temporada? Salvador sabe medir que la necesita porque es de sus mejores agentes. Es consciente de que la traición ha sido por querer mejorar las condiciones de los agentes, y no por ambición. Ella está adiestrada.

¿A qué se refiere?A que son agentes a los que se ha inculcado que su prioridad absoluta es el Ministerio del Tiempo, porque les ha dado otra oportunidad de vivir. El Ministerio siempre rescata a gente que está en situaciones límite. Son personas muy capaces que por sus problemas emocionales no han sabido adaptarse al medio. Capta ese tipo de gente, y por eso hay una cierta adoración hacia el Ministerio, que te ha dado una segunda oportunidad y te ha permitido ser quien quieres ser. Eso les convierte en una especie de iluminados para los que el Ministerio es lo más importante y hacen lo que sea por él.

¿Incluido su personaje? Sí. Eso va a estar siempre en Irene, porque es como un punto de superhéroe, de saberse elegido para una misión importante en un momento en el que tú creías que sobrabas.

¿Qué tiene esta segunda temporada que no tuviese la primera? Creo que se ha incidido en lo que mejor ha funcionado y se ha dado cancha a los personajes que la gente ha querido. Además, se han atrevido más con los géneros: hacer drama, comedia, tragedia, aventuras… Los capítulos de exteriores de los últimos de Filipinas y de Napoleón son una barbaridad por su magnífica factura. 

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Mucho tiene que cambiar todo para que vuelva a apoyar a alg\u00fan pol\u00edtico: nos han usado\"","position":null,"text":null}}¿Le augura un buen futuro? Creo que irá bien, porque ahora tiene mucha más visibilidad. Es una serie salvada por la gente y los medios, es decir, la opinión pública. Eso ha hecho que TVE reflexionara sobre la necesidad de continuar. Ha sido algo muy bonito.

¿Cree que la llegada de un nuevo Gobierno puede contribuir a mejorar la situación del cine? La verdad es que los últimos años han sido muy desafortunados. Hubo algo que no me dio mucha esperanza: en ningún debate de la última campaña electoral se habló de cultura. No estuvo presente ni entre sus prioridades ni en el último lugar de la lista de los partidos. Y eso nos dejó una gran amargura a todos. Si no se quiere medir en otros términos, que se mida por lo menos en la cantidad de gente que come de esto. Son trabajadores que pagan sus impuestos y mantienen la economía del país. Aparte de la importancia de la cultura: ¿Cómo se puede cuestionar lo que significa en la libertad del individuo y en la convivencia?

¿Les vendría bien un Gobierno progresista de izquierdas? No lo sé. Estoy muy escéptica y ahora me tienen que convencer cada uno de ellos. Lo de los últimos años ha sido un palo muy grande: mucha mentira, mucha falta de palabra. A los ciudadanos nos tienen que convencer. Es como un desamor y te tienen que volver a conquistar cualquiera de ellos. Estamos un poco cansados y tristes, con un poso de amargura en el estómago.

¿Es esa la razón por la que los actores no se han pronunciado tan claramente por una opción política  en las últimas elecciones? Estoy tan decepcionada en general que mucho tienen que cambiar las cosas para que yo vuelva a apoyar a alguien en mi vida. 

¿Se arrepiente de haberlo hecho? No es que me arrepienta, pero no quiero saber nada. Nos han utilizado muchísimo porque tenemos una tribuna y hacemos entrevistas como esta. Se nos pregunta, se habla y se pone un titular. ¿Qué necesidad tengo yo de revelar mi ideología? Yo a lo mío, a mi trabajo, a mi familia  y punto pelota. No tengo nada que decir de nadie ni defender ni ponerme al lado de nadie. 

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"TVE necesita dinero y la publicidad ser\u00eda una manera de conseguirlo\"","position":null,"text":null}}¿Cómo ve el futuro de esta TVE acosada por la falta de dinero? Es muy complicado. Todo el mundo entra con muchas ilusiones y se va desgastando porque es un organismo complejo de mover y de cambiar. Hay una trampa tremenda porque se le exige unos resultados como si fuera un modelo de televisión que no es. No tiene publicidad ni las posibilidades que tiene una privada pero se le exige un resultado similar. Eso no puede ser, no es compatible esa presión. En contenidos no se puede ni aproximar. Hay que cambiar la fórmula. 

Como recuperar la publicidad quizá… No tengo ni idea. No sé si fue un error eliminarla, pero desde luego hace falta dinero y el Estado no lo tiene. La publicidad sería una manera de conseguir esos ingresos y de volver a tener unos medios decentes. Pero no lo sé… No me quiero pronunciar en nada porque como siempre se utiliza todo lo que decimos los actores…

Usted tiene ahora mismo dos programas en TVE ('¡Atención obras!'Siempre he sobrevivido a todo eso porque me he mantenido muy al margen. Hago mi trabajo lo mejor que puedo, pongo soluciones a los problemas, no me meto en nada y hago mi labor de una manera muy entregada. Los programas en los que estoy son de producción propia, y los que peligran más son los de fuera, los de producción externa. Mi posición tiene menos importancia. Yo hablo de cultura en La 2, que es una cosa como más apartada de esos vaivenes.  

El cine está también muy castigado, ¿no? Hombre, claro, como todos los oficios. Pero hay que encontrar la manera de levantar la cabeza y de que las cosas vuelvan a tener un equilibrio.