tú y yo somos tres

Catalunya, TV-3 y Mònica Terribas

Ferran Monegal

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Con la emisión, esta semana, del documental sobre el pensamiento y la obra de Jaume Vicens Vives, dirigido por Ferran Mascarell, TV-3 cierra una interesante y a la vez polémica trilogía preveraniega que comenzó con aquel Adéu Espanya? (Dolors Genovés), siguió con El laberint (Jordi Mercader), y a la que podríamos añadir también el homenaje a los 80 años de Pujol (Miquel Calçada & Manuel Huerga). O sea, una tetralogía que es básicamente una poliédrica reflexión sobre Catalu-nya y el camino a seguir con o sin España, es decir: autonomía mejorada (Estatut), federalismo o independencia. ¡Ah! Interesante paisaje el que nos ha dibujado TV-3. Todo ha sucedido sin salir del mes de junio. Y todo por el canal principal de la Televisió de Catalunya (y por El 33), y en el horario del prime time más riguroso, glorioso y absoluto. Llegados a este punto, supongo que nadie cometerá la ingenuidad de creer que esta programación es fruto del azar o la casualidad. Es evidente que hay detrás una voluntad férrea y decidida, es decir, Mònica Terribas, la directora de la Televisió de Catalunya. ¡Ah! Qué apasionante criatura. Levanta sarpullidos en casi todos los partidos. Dicen que algunos pesos pesados del PSC no la pueden ver ni en pintura porque la consideran pura crosta nacionalista. Dicen también que no acaba de gustar en ERC y menos todavía en CiU. En el PP es vade retro total y absoluto. Y en ICV la consideran como una nube, que está ahí, en el cielo de Sant Joan Despí, de la que recelan porque nunca saben si descargará rayos, truenos o granizo. ¡Ah! Les confieso que como ciudadano teleadicto me subyuga que esta señora suscite tanto sarpullido en las cúpulas de los partidos. Es verdad que la Mònica Terribas que conocí al frente de La nit al dia es distinta de la que conozco como directora de la Televisió de Catalunya. Antes era periodismo en estado puro. Ahora tiene una herramienta al servicio de un país, y la usa. Decía Pujol, en el documental sobre Vicens Vives: «Esta idea que tenía él, de la eina y la feina, me ha ayudado mucho». Efectivamente, para Mònica la eina es TV-3 y la feina es Catalunya. El único peligro que podría acechar a Mònica en su inteligente compromiso es que llegase a creerse guía de Catalunya. Llegar a la convicción de que sabe a ciencia cierta el camino que debemos seguir los catalanes, y poner

TV-3 como faro que ilumine exclusivamente ese camino. Es decir, pasar de servidora a conductora.