ENTREVISTA CON CARLOS FUENTES

"En la tele tengo el apoyo de mi obispo, y eso me conforta"

El padre franciscano, con una amplia trayectoria en la pequeña pantalla, presenta en TVE-Catalunya el debate social 'Ara i aquí'

CARLOS FUENTES

CARLOS FUENTES / periodico

Olga Lerín

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El sacerdote Carlos Fuentes (Santa Cruz de Mudela, Ciudad Real, 1960 ) vive la vida, dice, "como un franciscano del mundo". Y en esa vivencia -es director del colegio de la orden en Sabadell y superior del convento- también tiene cabida la tele. Desde septiembre presenta en TVE-Catalunya el debate 'Ara i aquí' (TVE-1, 23.45), heredero de 'Queremos opinar' (Intereconomía), 'Catalunya opina' (Canal Català) y 'Cita con Carlos Fuentes' (7RM).  

¿En qué se diferencia 'Ara i aquí' de otros debates? Este debate es creíble. No hacemos un teatrillo, sino que damos protagonismo a la gente que necesita un programa como este para ofrecer su opinión sobre diferentes temas. Además, empezamos pero nunca sabemos cómo terminamos. Tenemos un guion previo, pero nos gusta llevar el debate a donde lo lleve la gente. Y contamos con colaboradores que pueden aportar no solo sus opiniones, sino que ayudan a hacer el programa vivo.

¿Hacerlo vivo incluye gritos? Eso no es verdad… Esto es como las misas, que pueden ser muy entretenidas y llegar a la gente y para eso no hace falta hacerlas de un modo determinado. Yo, que no me salto nada de la liturgia de las misas, las hago según la iglesia en la que estoy. En un programa de tele, para que se vea, no necesariamente se tiene que gritar, sino que se tienen que decir las cosas de verdad para que interesen a la gente y esta se sienta representada. Sé que en alguno de mis programas ha habido gritos, pero era otra etapa. Ahora hemos madurado.

Dicen que usted es "el amigo de los famosos". Tengo la suerte de tener amigos que no son conocidos y otros que sí, como Alejandro Sanz y la familia Bosé. Son personas que a lo largo de mi vida me han ayudado mucho en mis programas. Sobre todo, lo que hago mucho con ellos es hablar: ellos me escuchan a mí y yo les escucho a ellos.

¿Es más fácil que la gente le preste atención desde la tele que desde el púlpito de la iglesia? Creo que la gente te escucha y no te escucha en los dos sitios. A veces hago misas y veo a personas que no me están escuchando. Uso mis elementos de la televisión o de profesor para despertarlos; utilizo mucho la dicción y juego con la palabra. Cuando haces un programa o cuando celebras una eucaristía, tu pretensión es que la gente salga de la iglesia contenta y le aportes algo a su proyecto de vida. 

¿Qué hace un padre franciscano metido en estas lides? La culpa la tienen TVE y Mercedes Milá, que en 1983 presentaba 'Buenas noches'. Me llamó para ir al programa, en el que también estaban Miguel Bosé y Sílvia Munt, entre otros. Por eso me ha hecho mucha ilusión volver a Sant Cugat. A mí siempre me había gustado la televisión y fue una apuesta que me hice en el convento. Tenía 23 años y desde entonces no he parado. Aquella noche me di cuenta de que mi opción de vida como franciscano podía tener un conducto a través de la tele. 

Se ha metido en más de un jardín… Es verdad que he estado en campos superarriesgados. En Tele 5, en el debate de 'Gran hermano', estaba en un terreno muy arriesgado. Pero era la figura de paz, como cuando estuve dos años en 'A tu lado'. Tengo que agradecer a Tele 5, por ejemplo, que el director de 'A tu lado' me dijera: "Vamos a saltar la raya; mejor que no vengas..." Y le hice caso. Y gracias a eso, sigo manteniendo mi credibilidad y mi respeto, que creo que  me lo he ganado. Pero también le tengo que decir que a mi obispo, Josep Àngel Saiz Meneses, le consulto siempre y le digo: "Mi obispo, me van a dar un programa…". Me dice que prefiere que esté en este espacio que no en cadenas de la Iglesia, porque aquí accede todo el mundo y, a veces, a las cadenas de la Iglesia, solo llega un tipo de personal.    

Vamos, que en la tele también ejerce de misionero… Tengo el apoyo de mi obispo, y a mí eso me conforta, porque creo que nunca me he saltado la línea roja. Sor Lucía me ha felicitado. Me comentó que ahora ella no sale tanto, porque está un poco más calmada. Siempre le digo: "Hay que tener cuidado". Soy un hombre de Dios y del mundo y pertenezco y trabajo en unos medios en los que tengo que respetar a toda la gente. 

"Jesús Vázquez me dio un beso en la boca en el debate de 'Gran hermano' y me llamaron la atención"

¿Nunca le han dado una colleja por culpa de la tele? Sí. Jesús Vázquez, en el debate de 'Gran hermano', me dio un beso en la boca una vez. Pensé que no se atrevería, pero lo hizo. Y me llamaron la atención. Mi Provincial me dijo: "Si esto vuelve a ocurrir, no regresarás al programa". Hablé con Jesús, que es muy amigo mío, y le dije que no lo hiciera más, porque me ponía en un compromiso. Y nunca más ha pasado nada. Ese es el punto más crítico que he tenido en la tele.

¿Cuántas oraciones le costó ese desliz? Me costó un pequeño disgusto, porque tampoco soy dado a hacer cosas de estas… Pasó un domingo, a las diez de la noche, para toda España y en Tele 5… Y después lo sacaron en una revista. Yo no quiero jugar con mi opción religiosa. Nunca lo he hecho.

¿Salir en la tele le ha llenado iglesias? No. Eso pasa porque las misas las hago de verdad, no porque me toque hacerlas. Las vivo, las siento, me las preparo y miro a la gente, porque es Jesús quien mira en ese momento.

¿A qué se debe este 'boom' de religiosos en la tele? Es normal que participemos en los medios de comunicación, porque creemos que podemos aportar una idea, aunque no quiero obligar a nadie a que la comparta. Y esto lo explico mucho en el colegio: que nadie venga porque crea que le vamos a obligar a creer. Yo creo mucho en la libertad. Ahora somos unos cuantos a los que nos gusta la tele, nos preparamos y, encima, la gente nos sigue. Por eso nos llaman.

"No todos los medios dan libertad, pero yo procuro llevármela hasta donde puedo y sabiendo dónde trabajo"

En algunos medios esa libertad no existe… No todos dan libertad, pero yo procuro llevarme la libertad hasta donde puedo y sabiendo también dónde trabajo. No quiero molestar a nadie.

¿Se siente muy encorsetado en los canales de la Iglesia? Yo trabajo muy a gusto en los canales públicos y llegamos a muchísima más gente. Me gusta porque tengo libertad. Trabajé tres meses en 13TV y tenía miedo: no lo hacía como lo hacía en los otros sitios, no sé si porque soy franciscano. Seguramente era culpa mía…

¿Para cuándo un programa a tres bandas con Lucía Caram y Teresa Forcades? Lo tenía en la cabeza, sobre todo con Sor Lucía. Me habría gustado hacer un programa en el que hubiéramos mostrado la otra cara de la sociedad, que viniera la gente que sufre y lo pasa mal para que tuviera su espacio. Que nosotros fuéramos como sus ángeles y les tendiésemos una mano. Estuve a punto de ir a proponerlo a Tele 5, pero no puedo hacer tantas cosas a la vez.

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