tú y yo somos tres

El bueno, el feo y el malo

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Esta incursión que acaba de realizar Jordi Évole (Salvados, La Sexta) sumergido en la zona más cafre de Arizona ha sido para mojar pan. Zona cafre, les decía (localidades de Tombstone y Tent City), porque allí reina el sheriff Joe Arpaio, celebridad mundial en sistemas de fumigación de inmigrantes sin papeles, que incluso ha montado una cárcel llamada Estrella, una especie de campo de concentración camuflado de cámping, en donde les encierra y les obliga a ponerse ropa interior de color rosa para mayor escarnio y vejación. Nuestro Follonero ha campado por allí, como campaba Gary Cooper en la película Solo ante el peligro, y ha comenzado a hacer de las suyas. Y en casa temimos que le soltaran un mamporro, o algo peor, porque el personal que allí encontró no está por coñas marineras, ni ironías, ni retrancas. Si este trabajo televisivo lo hubiese dirigido Sergio Leone, a Évole le habría dado el papel de Pepito Grillo bueno, al tremendo sheriff Arpaio el papel de pistolero malo, y el rol de secundario feo se lo habría llevado esa criatura de 82 años, Harold Hubbard, miembro de la milicia fronteriza que se dedica a patrullar por su cuenta, y como él mismo confesaba: «Los 11 millones de ilegales que hay en Estados Unidos son criminales. No importa que unos vengan a trabajar y otros a ser narcotraficantes: ¡todos son criminales! Si veo a alguien que entra armado por la montaña, lo mato de inmediato». Alguna vez he advertido a Évole que sus ejercicios en ocasiones derivaban hacia un posturismo de Jaimito tocagüevos, sin mayor trascendencia que la espuma y el show. Esta vez hay que felicitarle: ha conseguido un retrato sobre la marcha, auténtico, de cómo se las gastan por aquella zona. Celebramos que no haya acabado en el cámping Estrella, con calzoncillos rosas y algún mamporro, a la espera de ser deportado, que es lo que nos temimos que pasase en cualquier momento.

EL MOLINO -. Ha conseguido crear Lluís Permanyer, en su trabajo El meu Molino (TV-3), una atmósfera perfecta sobre lo que ha significado El Molino para el Paral.lel, y para Barcelona. Buen trabajo, virado en el sepia y el gris de la época. Aquella época de Mary Mistral, Gardenia Pulido, Escamillo y Johnson que yo también viví muy de cerca. Veremos qué nos depara el nuevo Molino. Quizá reabra pronto las puertas. Les deseo lo mejor. Aunque ya no sea ni mi Molino, ni el de mi querido Permanyer.