Bibiana y el tutú de Berto

No sabemos por quéBibiana Ballbèno se ha metido esta semana en el dormitorio deBerto Romero, como hizo la semana pasada con el cineastaAlbert Serra. La gracia de este programa que acaba de estrenarBibianaen El 33 (Bestiari il.lustrat) es precisamente eso: que tan exquisita criatura se meta de buena mañana en la habitación de un personaje conocido, y le despierte de golpe. Fue muy sugestivo verla acercándose, sigilosamente, a la cama donde dormíaSerraa pierna suelta. Por eso esta semana ardíamos en deseos de ver cómo dormíaBertoy sobre todo de cómo iba a despertarBibinaal angelito. Y nos hemos quedado con las ganas.Berto ya estaba levantado, ya estaba en la cocina preparando el desayuno. Y no ha habido misterio, ni ese punto sugestivo de ver a la delicada criatura transformada en despertador matutino. No diré que haya sido un mal encuentro. El paseo que han dado luego, por las calles de Gràcia, conBertodisfrazado de bailarina, con su falditatutúy sus zapatillas, ha tenido su punto de cachondeo y simpatía. Pero han desperdiciado el único punto de originalidad del programa: la bella entrando secretamente en el dormitorio, y la bestia roncando como un descosido.

EL PRECIO DE LA PANTOJA .– Ya sabemos lo que valeLa Pantoja. Ya sabemos su tarifa para ser entrevistada en un plató. En esa maratoniana sesión –otra más– que le dedicó la madrugada de ayer Tele 5 (Isabel Pantoja: la traición),Jordi Gonzálezlo contó. En mitad de las más de cuatro horas y media que duró la martingala,Jordinos comunicó:«Una cosa quiero puntualizar: no es que Isabel Pantoja no quiera sentarse en el plató. Si le pagamos un millón y medio, ¡viene!»,y mirando entonces a la cámara, como dirigiéndose personalmente a la tonadillera, añadióJordi, alarmado y apesadumbrado a la vez:«¡Un millón y medio, Isabel, entiendelo...!». ¡Ah! La cifra es tan hermosa como tremenda. Son casi 250 millones de las antiguas pesetas. No obstante, y bien mirado, si contamos las horas y horas de televisión que ha llenado Tele 5 en estos últimos años hablando de ella; las muchas tertulias, programas especiales, e infinitos cotilleos que ha organizado esta cadena sobre ella, me atrevo a asegurar que la cifra que pideLa Pantoja, hasta es modesta.