«Yo no estaré mirando de reojo qué hacen las otras radios»

–Aterriza en un ámbito dominado por hombres. ¿Cómo lo ve?

–Las cosas se verán con naturalidad cuando dejemos de hacernos esta pregunta. Llevaba cinco años en el mismo cargo en Barcelona, y 10 en deportes. He recibido la confianza por todo ese tiempo de trabajo.

–¿Por qué aceptó la oferta?

–Me motivaba mucho el proyecto. La responsabilidad del cargo muchas veces te puede dar respeto, pero no se tienen que olvidar las cosas positivas de esa misma responsabilidad. Ahora tengo la posibilidad de que me escuchen y de luchar por la gente que se lo merece. Ese es mi principal objetivo.

–Con las circunstancias de las últimas semanas, este cargo parece un caramelo envenenado, ¿no cree?

–Yo no lo veo así. Se está hablando mucho, pero es que somos el departamento de deportes de la SER. No hay nada de veneno, sino que es un momento de reorganización, aunque eso no me preocupa, porque estoy muy motivada. Si pensase que es una tarea envenenada no podría hacer bien mi trabajo.

–Se va a tener que defender con uñas y dientes…

–No, porque en todo el tiempo que llevo no he tenido nunca la sensación de tenerme que defender o de que estaba rodeada de hombres. Somos pocas mujeres y nos tratan muy bien. Si haces bien tu trabajo, te lo valoran igual, tanto si eres hombre como mujer.

–No he logrado leer en ningún sitio a quién sustituye en el cargo. Eso demuestra que los nombres que quedan son los de Manolo Lama, De la Morena, Paco González… ¿No le preocupa que no la recuerden?

–No estoy aquí para ser una estrella mediática. Ese cargo no se recuerda, porque hacía 20 años que no existía en la SER. No vengo a hacerme un nombre, sino a conseguir que un departamento de deportes salga adelante de la mejor manera y a lograr formar un gran equipo.

–La página web de la cadena SER la publicitaba a usted como una de las voces más sensuales de Carrusel deportivo.¿No le molestaba el comentario?

–No. Tener una voz sensual es positivo. Hago radio y aquí se trabaja con la voz. Nunca me he sentido incómoda, porque me he mostrado tal como soy en la vida real. Si fuésemos más mujeres, no hablarían de la voz sensual de Laura Martínez.

–Tiene más de 1.000 admiradores en el Facebook. Lleva camino de convertirse en otra Sara Carbonero…

–No me comparo con ella. Solo me preocupa que quien me siga lo haga porque respeta mi trabajo. El resto no va con mi vida. Si me gustase más estar en la palestra, haría tele, pero prefiero el segundo plano.

–¿Cómo va a poner en vereda a todo ese ejército masculino?

–La tarea más importante de un jefe es tener motivado a su equipo. Lo que más me preocupa es que este tenga ilusión y que venga a trabajar contento. Si están motivados, no hay que poner en vereda a nadie.

–¿Y cómo mantendrán a raya a la competencia, es decir, a la COPE?

–Ese no es mi encargo, sino que consiste en que los deportes de la SER suenen lo mejor posible o mejor que nunca. No estaré mirando de reojo qué hacen los otros: perdería demasiado tiempo en lo que yo tengo que hacer.Carrusel...se ha iniciado ahora en otra cadena, donde lucharán para que salga bien, y yo lo haré para que el mío sea el mejor.

–¿Y no les inquieta pensar que los oyentes puedan cambiar de dial?

–Es evidente que cuando empiece la temporada la gente escuchará las opciones que haya en el panorama, pero confío tanto enCarrusel...que si alguien cambia de dial mi trabajo será que vuelva a escucharnos. Estoy convencida de que muchos oyentes no se moverán, porque aquí todavía quedan muchos profesionales.

–La SER insiste en que Manolo Lama no ha abandonado el barco…

–Lama se queda en la SER. Si hubiésemos hecho caso de todos los rumores que han circulado este verano, nos hubiéramos vuelto locos.

–¿Pero seguirá todo el curso?

–He hablado con él y estamos preparando la temporada de Liga. No tengo ninguna noticia en otro sentido. Cuento con él.

–¿Y usted echará de menos a Paco González?

–Quiero a muchas personas que se han ido y de las que he aprendido mucho, y no mantendré una mala relación con nadie. Es una escisión de caminos profesionales. Lo más legítimo es respetar las opciones profesionales de cada uno.