Los mossos del Raval entran en la Ciutat de la Justícia rodeados por 30 compañeros encapuchados

Un grupo compacto de agentes de paisano impide fotografiar a los ocho imputados por la muerte de Benítez

J. G. ALBALAT / MÒNICA TUDELA / Barcelona

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Una treintena de mossos d'esquadra vestidos de paisano han protagonizado este miércoles una imagen insólita en una sede judicial. Muchos de ellos con gafas de sol, encapuchados o con gorra y casi todos con la cabeza agachada, estos 30 agentes han acompañado a cada uno de los ocho policías autonómicos que han acudido a la Ciutat de la Justícia para prestar declaración ante la jueza instructora del caso de la muerte de Juan Andrés Benítez, que falleció el pasado 5 de octubre tras ser violentamente reducido por las fuerzas de seguridad.

Los agentes han formado un grupo muy compacto alrededor de los mossos que iban a declarar ante la jueza Eva Moltó para evitar que los fotoperiodistas y los cámaras de televisión pudieran adivinar cuál era el rostro de los policías imputados. El grupo iba entrando y saliendo de la sede de los juzgados a medida que le tocaba el turno a cada uno de los ocho encausados.

La primera declaración ha empezado a las nueve y media de la mañana y ha durado cerca de dos horas. Es una práctica habitual que los policías acompañen y arropen a sus colegas inmersos en causas judiciales durante sus declaraciones ante el juez. Pero nunca como hasta ahora se ha visto en los juzgado una cantidad tan elevada de policías flanqueando a un agente imputado.