INVESTIGACIÓN

Hallados los cuerpos de una anciana y su hijo en un piso de Badia del Vallès

Hallados los cuerpos de una anciana y su hijo en un piso de Badia del Vallès

Hallados los cuerpos de una anciana y su hijo en un piso de Badia del Vallès / periodico

Guillem Sànchez

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Agustín y su madre Aurelia han aparecido muertos este lunes en su domicilio de Badia del Vallès (Vallès Occidental). Llevaban varios días fallecidos. Pero hasta este mediodía los vecinos del número 9 de la calle de Santander no han dado la voz de alarma.

Montse, que vive justo enfrente, hacía una semana que notaba un olor extraño en el rellano de su piso. Hoy, en cuanto se ha arrimado a la puerta de Agustín, ha descubierto finalmente de dónde provenía. Ha tocado el timbre pero nadie ha respondido. Por eso ha llamado a la policía local del municipio. Los agentes han necesitado pocos minutos para percatarse de que ese hedor solo podía deberse a una causa. Han avisado a los Mossos d’Esquadra

Una semana muertos

Los Mossos han tenido que acceder al domicilio de estos bajos a través de la ventana trasera debido a que en la cerradura de la puerta principal los inquilinos habían dejado una llave puesta. Los policías han encontrado a Aurelia y a Agustín sin vida en el comedor. La presencia de sangre, en un primer instante, ha hecho temer que estuvieran ante la escena de un crimen. Tras una observación más atenta, sin embargo, los investigadores del Grupo de Homicidios han terminado descartando que los cadáveres presentaran signos de violencia.

Lo más probable es que la sangre hallada en el suelo haya brotado del cuerpo de Agustín durante la descomposición de su cadáver. Se trata de una hipótesis que deberá confirmar la autopsia prevista para este martes, aunque, salvo giro imprevisto detectado por los médicos forenses, todo apunta a que lo que ha ocurrido en esta casa de Badia del Vallès no es un crimen.

Sin el cuidado del hijo

Las primeras pesquisas señalan que Agustín habría fallecido de forma natural hace aproximadamente una semana. Su muerte habría condenado a su madre, que dependía completamente de él para vivir. La anciana se habría apagado poco a poco sin energía para pedir auxilio.

Agustín era originario de Aragón. Era un hombre alto, delgado y educado que tenía 67 años. Se jubiló prematuramente a causa de una enfermedad. Desde que dejó el empleo, cada mañana daba un paseo que terminaba en el bar Los Amigos, ubicado en la acera que separa Badia de Barberà del Vallès. Los clientes de este local lo describen como un buen tipo, que cuidaba mucho de su madre. Según cuentan, cada verano se marchaba un mes a su pueblo, "cerca de Teruel", y entonces dejaba a la mujer a cargo de su hermano, vecino de Barberà.

Aurelia tenía 96 años, salía muy poco y cuando lo hacía se valía de un caminador para desplazarse. Recibía la visita de un asistente social cada 15 días. Pero quien la cuidaba de verdad era Agustín.

Los vecinos dicen de ellos que eran gente tranquila. "No eran conflictivos, no creaban problemas". Se han marchado del mismo modo, haciendo tan poco ruido que nadie se ha dado cuenta, hasta que el olor ha avisado de que ya no estaban.