análisis aerobiológico

El viento y la escasez de lluvias disparan el polen y las alergias

El fuerte viento levanta arena en la playa de la Barceloneta, ayer.

El fuerte viento levanta arena en la playa de la Barceloneta, ayer.

ANTONIO MADRIDEJOS
BARCELONA

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Las elevadas temperaturas de los últimos días, la ausencia de lluvia y la llegada repentina del viento tras unos días de calma han disparado los problemas entre los alérgicos y en general entre las personas sensibles a la presencia de polen y esporas en el aire. «Estamos en uno de los momentos más difíciles del año porque coinciden la floración del olivo, las parietarias , las encinas y las gramíneas, que suelen causar bastantes problemas, y luego tenemos además plátanos y chopos, que están soltando su conocida pelusa y causan irritaciones en los ojos y la garganta», resume Jordina Belmonte, profesora de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y coordinadora de la Xarxa Aerobiològica de Catalunya (XAC).

Según los datos de la red, cuya previsión semanal para diversos emplazamientos de España se puede consultar en internet (http://lap.uab.cat), el nivel de polen en el aire se encuentra ahora en Catalunya en su segundo pico anual, tras el que se alcanzó a principios de abril coincidiendo con la floración del ciprés. En el caso de la ciudad de Barcelona, el jueves -últimos día con datos disponibles- se llegó a una concentración de 900 granos de polen por metro cúbico de aire, el máximo para la misma época del año desde 1994, con datos extremos en el caso de los quercus (encinas, robles y similares).

«Este año ha sido muy anómalo desde un punto de vista meteorológico, con un invierno prolongado que concluyó con lluvias -comenta Belmonte-, lo que supuso un pico muy elevado a principios de primavera». Al no haber llovido prácticamente durante el último mes, al menos en buena parte de Catalunya, el polen ha permanecido en los árboles. «Y ahora llega el viento y se lo lleva, con los problemas que ello acarrea», dice la responsable de la XAC. Por si fuera poco, los plátanos y los chopos, ubicuos como árboles urbanos, dejan en esta época el suelo lleno de pelusa en la que se acumulan ácaros y hongos muy alergénicos. Cuando llega el viento y la reimpulsa por el aire, el problema se agrava.

Es difícil hacer un pronóstico para los próximos días porque a corto plazo se impone el sol, pero posiblemente llegarán lluvias a mediados de la próxima semana. «Eso iría muy bien para los alérgicos porque se lo llevaría todo», confía Belmonte.