Análisis

Veinticinco días después

LUIS MAURI

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Veinticinco días después de la muerte violenta del ciudadano Juan Andrés Benítez tras ser detenido, inmovilizado y golpeado en la calle por una patrulla de los Mossos, la plana mayor de Interior y de la policía de la Generalitat compareció ayer para, en definitiva, no aclarar absolutamente nada de lo sucedido la noche del 6 de octubre.

Veinticinco días después, el conseller Ramon Espadaler se limitó a desacreditar el resultado de la investigación encargada por la jueza a la Policía Nacional. Pero la negación de estas pesquisas solo se basa en un  acto de fe: Espadaler admitió que, veinticinco días después, aún no  dispone de una investigación propia que concluya lo contrario que el informe entregado a la magistrada.

Veinticinco días después, el director general de la Policia, Manel Prat, se vio obligado a reconocer, sin ofrecer a cambio ninguna justificación convincente, que Asuntos Internos de los Mossos ni siquiera ha interrogado aún a los agentes implicados.

Veinticinco días después, el comisario jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero, tampoco encendió ninguna luz. En vez de eso, puso en duda la credibilidad de los testigos interrogados por la jueza y la Policía Nacional. Y con una displicencia improcedente en un servidor público (máxime en una circunstancia de tal gravedad), desdeñó las revelaciones periodísticas sobre la muerte del ciudadano Benítez.

Veinticinco días después, las preguntas sin respuesta sobre Benítez  (y, desde hace más tiempo, sobre Ester Quintana, Nicola Tanno, Jordi Naval y tantos más) atruenan en el vacío institucional.

Hoy ya no son veinticinco días, sino  veintiséis, y subiendo.