SITUACIÓN LÍMITE EN LA SANIDAD PÚBLICA

Vall d'Hebron 'cerrará' la semana de la Constitución para ahorrar

Los pasillos del Hospital de Vall d'Hebron al inicio de la aplicación del tijeretazo.

Los pasillos del Hospital de Vall d'Hebron al inicio de la aplicación del tijeretazo.

ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

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La inapelable decisión de la Conselleria de Salut de recortar este año otros 93 millones de euros del ya mermado presupuesto de los ocho hospitalesdel Institut Català de la Salut (ICS) ha llevado a la dirección de Vall

d'Hebron, su centro más emblemático hasta ahora, a recurrir a una medida tan lesiva de la asistencia como es el cierre durante una semana de todos los servicios que no formen parte de la urgencia y los enfermos ingresados. La semana del puente de la Constitución, del 5 al 11 de diciembre próximos, será con toda probabilidad el periodo en que se aplicará la iniciativa, ya aprobada por la gerencia de Vall d'Hebron. Se trata de una medida sin precedente en la sanidad pública española.

La difusión de la medida ha dejado estupefacto al personal, que, además, ha sido informado de un nuevo recorte salarial que se aplicará a médicos y enfermeras a partir del 1 de octubre, por cuyo motivo tienen previsto realizar una huelga de tres días ese mismo mes. La supresión del plus por objetivos cumplidos, el fin del pago de las horas extraordinarias de tardes, y la eliminación del suplemento por hacer jornada partida se traducirá en una reducción global de hasta el 30% del sueldo, aseguró ayer un cirujano de Vall

d'Hebron con 20 años de antigüedad. «Nos han rebajado una media de 1.200 euros mensuales -indicó-.

Somos los únicos médicos de España a los que se les recorta el sueldo».

RECEPTORES DE LOS CAP / La situación es igualmente crítica en el resto de hospitales del ICS. En los de Bellvitge y Germans Trias i Pujol (Can Ruti) los médicos acordaron ayer desoir la indicación de Salut de acotar al máximo los días de hospitalización de los enfermos, y la sugerencia de reducir las peticiones de pruebas diagnósticas por la imagen -escáneres, resonancias magnéticas u ociografías, entre otras-. «Vamos a aplicar los criterios médicos de siempre en el trato con los enfermos», afirmó Rosa Boyé, radióloga de Vall d'Hebron. Estos hospitales han multiplicado la cifra de pacientes atendidos -muchos de ellos con dolencias de baja entidad sanitaria- como consecuencia del cierre de las urgencias nocturnas en 46 centros de asistencia primaria (CAP).

La degradación asistencial debida al obsesivo recorte económico que sufren estos hospitales empieza a ser palpable, añadió Boyé. «Los centros de ICS siempre han sido brillantes a pesar de tener menos presupuesto que la media de hospitales de España y Europa -aseguró-. Lo de ahora es lamentable: nos están desmantelando». «Solo operamos lo urgente y los cánceres; desde abril no se coloca una sola prótesis de rodilla o cadera y, aunque no dan las cifras, es evidente que hay cientos de enfermos que se van sumando a las listas de espera», describió la especialista. Esas demoras implican un mayor consumo de fármacos si la lesión que se ha de operar causa dolor.

El desánimo y la crispación a que está conduciendo este cúmulo de pérdidas puede conducir a respuestas de protesta igualmente inusuales. Una de ellas podría ser el incumplimiento de algunos servicios mínimos en las jornadas en que Vall d'Hebron realice las huelgas anunciadas, apuntó un veterano médico del centro. «Hay mucha preocupación. Nunca nos imaginamos llegar a estos extremos», aseguró.