EN BARCELONA

El único juicio por el escándalo de los Maristas de Barcelona aún no tiene fecha

El pederasta confeso Joaquim Benítez será juzgado por cuatro delitos sexuales cometidos sobre alumnos suyos

El pederasta de los Maristas Joaquin Benítez, con pasamontañas, en la Ciutat de la Justícia, el pasado abril.

El pederasta de los Maristas Joaquin Benítez, con pasamontañas, en la Ciutat de la Justícia, el pasado abril.

J. G. Albalat

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"Estoy deseando que venga el juicio y pagar para restituir el mal que hice". Así se expresó Joaquim Benítez en febrero del 2017 en una entrevista a EL PERIÓDICO. El propósito de este exprofesor de educación física del colegio marista de Sants-Les Corts tendrá que esperar. La Audiencia de Barcelona no ha fijado todavía fecha para la celebración del juicio contra él por abusar sexualmente de cuatro alumnos. Se tratan de dos casos de abusos deshonestos (tocamientos y masturbaciones) y otros dos por agresión sexual (felaciones y penetraciones).

Con Benítez y su confesión a este diario el 5 febrero del 2016, cobró fuerza el ‘caso Maristas’. Exalumnos de los colegios de esta organización religiosa de Sants-Les Corts y la Inmaculada, en Barcelona, y el de Badalona presentaron 43 denuncias contra 12 profesores, incluyendo las seis del año 2011 contra el hermano Lucio Zudaire, y un monitor de comedor, Terenci Gabernet, ya condenado por difusión de pornografía. La mayoría de estos casos han sido archivados por prescripción, a pesar de que tres profesores confesaron que abusaron de alumnos.

El juez que instruyó la causa contra Benítez finalizó su investigación a los seis meses de recibir la denuncia. En julio del 2016, el magistrado dio por acabadas las pesquisas y procesó al exdocente, que se encuentra en libertad, por delitos sexuales contra cuatro alumnos que eran menores de edad cuando ocurrieron los hechos. En su auto, expone que el exprofesor cometió los presuntos delitos entre el 2005 y el 2010.

Una de las cuatro denuncias que llegará a juicio es la presentada por T. B. C., la primera que se interpuso y la que destapó el 'caso Maristas'. Este exestudiante de los Maristas, que nació en octubre de 1994, relató a los Mossos que en junio del 2010 estudiaba en el colegio de Sants-Les Corts y que Benítez abusó sexualmente de él. El daño que le causó le obligó a abandonar sus estudios sin terminar la ESO.

Tocamientos y felaciones

El joven detalló en su declaración que por aquellas fechas tenía un problema de espalda y que con ese motivo Benítez le llevó a su despacho, donde le hizo tumbarse en una camilla. El acusado, según su versión, comenzó a masajearle y a tocarle por el cuerpo. Relató que a continuación el que era su profesor le sentó sobre sus genitales haciendo movimientos, "pero sin penetrarlo", y a besarlo con la lengua. En otras dos ocasiones el acusado realizó dos felaciones a su pupilo. En su posterior declaración judicial, explicó que el docente le pidió también que le penetrara analmente, cosa que hizo, aunque no pudo concretar cuántas veces.

También llegará a juicio el caso de M. G. P., que relató que en el último trimestre del 2007 tuvo una pequeña dolencia muscular y Benítez, que era su profesor, se lo llevó al despacho. Tras tumbarle en la camilla, el acusado comenzó a tocarle los genitales y le hizo una felación. El pederasta después le dio 10 euros y le dijo que no se lo contara a nadie. El juez entiende que los casos de T. B. C. y de M. G. P. pueden ser considerados agresiones sexuales, pues en ambos hubo acceso carnal.

Otros dos alumnos, E. G. C. S. y H. A. P. N., denunciaron que el exdocente había abusado de ellos. Al primero de ellos, según su relato, el pederasta le masajeó el culo con las manos y los dedos. En otra ocasión, el exeducador frotó sus genitales sobre su trasero. Durante el último tocamiento, el alumno reaccionó marchándose del despacho. H. A. P. N. explicó a la policía que en el último trimestre del 2007 Benítez le hizo tumbar en una camilla de su despacho y comenzó a darle masajes en las ingles. Luego empezó a tocarle los testículos y el pene.