Una vecina de Benítez declara que una mossa se interesó por las fotos

La joven francesa que fotografió y grabó la violenta detención de Juan Andrés Benítez por parte de los mossos el 5 de octubre en el Raval de Barcelona Vella admitió ayer ante la jueza que investiga la muerte del empresario que borró las imágenes por voluntad propia y que no se sintió  presionada por la mossa que se presentó en su domicilio. Sin embargo, agregó que la agente solo se marchó cuando vio que ella estaba borrando las fotos y el vídeo.

C. I. C. estuvo durante un poco más de media hora declarando.  Relató que «hizo fotos y grabó vídeo por inercia» desde el balcón por el alboroto que se estaba formando, aunque no entendía lo que estaba pasando. Al cabo de un rato, se presentó en su domicilio una mossa y le preguntó: «¿Ha hecho usted fotos?» ¿Estaba haciendo fotos? ¿Ha hecho fotos?». El tono de la policía «era normal». La testigo reconoce que entonces recapacitó y pensó: «¿Qué estoy haciendo yo?».

ARREPENTIDA / Fue la joven francesa quien le comentó a la agente que borraría las imágenes, porque se dio cuenta, según su explicación, de que ella no hacía «este tipo de fotos». «Las hubiera borrado igualmente aunque no me lo hubiera dicho la agente», aclaró, porque lo que había hecho «no era acorde con su ética». Después precisó: «Fue la presencia policial y pensar que no era una conducta adecuada lo que me llevó a borrarlas».

La testigo afirmó ante la jueza que no tuvo «miedo», aunque sí se sorprendió por la presencia de la agente. Detalló que no se sintió presionada, amenazada o coaccionada por la mossa. La joven francesa agregó en su declaración que la agente de la policía autonómica no le pidió «en ningún momento» que llevara esas fotos a una comisaría. La agente tampoco le dijo que no borrase las imágenes por si se necesitaban posteriormente. La magistrada estima que podría haber un delito de coacciones.