Una de cada tres víctimas de violencia sexual es un menor

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TERESA PÉREZ / BARCELONA

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Una de cada tres víctimas de agresiones y abusos sexuales registradas el año pasado en Catalunya fue un menor. Este tipo de violencia afectó a 644 niños y adolescentes, entre 0 y 18 años, lo que representa el 35,2% del total. Estos datos, extraídos de atestados policiales, se incluyen en el informe 'El abuso sexual infantil en Catalunya' elaborado por el Síndic de Greuges y que se ha presentado este viernes. Además de estas víctimas menores, se registraron un total de 1.186 agresiones a mayores de edad, lo que eleva la cifra global a 1.830 casos.

Las estadísticas sobre la violencia sexual en niños y adolescentes tan solo detectan la punta del iceberg de esta lacra social porque, como revela el informe de la sindicatura, los abusos en la infancia son un fenómeno que, a menudo, se mantiene oculto y, además, existen enormes dificultades para detectarlo por la falta de formación de los profesionales, pese a estar prevista en la ley 14/2010, y de coordinación entre organismos.

En Catalunya, a diferencia de los países nórdicos, no hay un solo organismo para coordinar cifras y políticas, así que hospitales, policía, Administración… aportan su propio balance. El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha asegurado que los abusos están "infradetectados" porque pese a que la ley 14/2010 establece la creación de centros especializados sobre el tema, seis años después todavía no se han creado. Ribó ha denunciado también "carencias" en las medidas para combatir agresiones y abusos, como la creación de servicios especializados tanto para detectar los casos como para rehabilitación de los menores que han sido víctimas.

DOMICILIO FAMILIAR

La violencia sexual en niños y adolescentes, contrariamente a lo que ha sucedido con las agresiones machistas, no se ha visibiizado y “se oculta porque afecta a la esfera más íntima de la persona y también por el miedo al escándalo y rechazo familiar y social”, revela el estudio. El Síndic ha observado cierto recelo y falta de conocimiento sobre las situaciones de abuso y considera que “tiene consecuencias sobre las dificultades de detección”. 

El mayor número de casos se registra en los adolescentes, concretamente en la franja de edad de 13 a 15 años. Una parte “muy significativa” de los actos de violencia sexual se registran en el domicilio familiar, pero esta lacra también se detecta en las instituciones que atienden a los menores. En el 2015, una treintena fueron víctimas de violencia sexual en las escuelas, 12 en centros de menores y 7 en institutos.

LA VOZ DE LA INFANCIA

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha mostrado su preocupación porque las actuaciones de supervisión o inspección de los centros que tratan con menores no tienen en cuenta la voz de los niños. El informe recalca que es “imprescindible” escucharlos porque es “clave para combatir los abusos”. A su juicio, los protocolos de prevención deben aplicarse en todos los centros, no solo en los públicos. Ribó ha reconocido que le dio "vergüenza que en el debate en el Parlament sobre el 'caso Maristas' se asegurara que no se aplicó el protocolo porque es una escuela privada".

TELÉFONO CONTRA LOS ABUSOS

Ribó ha reclamado la formación de profesionales en este tema y que haya, como mínimo, una persona de referencia en cada escuela o instituto. El informe indica que las instrucciones dictadas por la Direcció General d'Atenció a la Infància y l'Adolescència (DGAIA) son poco concretas y no garantizan la existencia de un procedimiento que asegure “la accesibilidad y la confidencialidad de chicos y chicas”. "El niño se tiene que poder explicar de forma segura", ha precisado Ribó.

Existe el teléfono Infància Respon: 116.111 que es gratuito pero, según reconoce el personal que lo atiende, deja rastro en la factura telefónica, un hecho preocupante ya que la mayoría de los abusos en la infancia se producen en el hogar. Pese a que el BOE del 12 de enero del 2010 asegura que "las llamadas telefónicas al número 116111 no generarán facturación en origen para el usuario". Fuentes de la Conselleria de Afers Socials aseguraron que hasta el lunes no podrán verificar este dato. Las llamadas al teléfono para denunciar la violencia machista no se reflejan en el recibo.

El estudio reclama la creación de un servicio específico de atención a las víctimas de abusos porque «la red pública de salud mental está saturada». Ahora solo existente para los niños tutelados.