CAMBIO RADICAL EN EL TRANSPORTE

La T-Mobilitat da otro paso para activarse el 2015

Dos consorcios optan a gestionar el futuro título, que se usará con el móvil

Un usuario del metro valida una tarjeta

Un usuario del metro valida una tarjeta

CRISTINA BUESA
BARCELONA

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En el 2015 desaparecerán los 80 títulos de transporte que existen hoy en día para viajar en metro, bus, tranvía, tren y Ferrocarrils. Habrá solo uno. Se validará el acceso al entrar a estos transportes públicos (y al salir) a través del móvil. Pero su ambiciosa implantación no se plantea como algo traumático para el usuario, todo lo contrario. De hecho, los casi dos años que hace que se trabaja intensamente en el proyecto tratan de evitar cualquier contratiempo.

Hoy se agota el plazo para los dos consorcios que finalmente aspiran a adjudicarse la llegada de la

T-Mobilitat, un chip sin tarjeta que se gestionará a través del móvil del viajero. En un lado está Opencat, formada por 10 operadores de transporte (Alsa, Canals, Plana, Sagalés, Teisa, Tusgsal, Gamon y las tres de Baixbus) y tres socios tecnológicos (Etra, Informática de El Corte Inglés y Xerox). En el otro, Caixa Bank, Fujitsu e Indra acompañando a Marfina, del grupo Moventia.

Los dos aspirantes tenían tiempo hasta hoy para entregar la documentación a la Generalitat en la que consta tanto el proyecto técnico como la memoria económica. La cifra por la que se adjudicará la gestión de la T-Mobilitat por un plazo de 15 años ronda los 60 millones, aunque algunas fuentes, como la asociación Promoció del Transport Públic (PTP), la hacen subir hasta 72.

200 MILLONES AL AÑO / «Aportamos un gran conocimiento al proyecto. Está hecho por la gente del transporte y para la gente del transporte», opina el director de sector público del área de Informática de El Corte Inglés, Josep Aracil. Junto a él, en el consorcio Opencat, está el presidente de Tusgsal, Justo Arlacón, que ejerce de gerente. «Estamos muy ilusionados, nos dejaremos la piel», afirma.

La T-Mobilitat gestionará unos 200 millones de viajes al año. Pero no será solo una cuestión de saber de transporte, porque la tecnología y la capacidad que tenga de asumir nuevos pagos la futura tarjeta (párkings, bicis, peajes) también serán valoradas por la Generalitat, que revelará en septiembre cuál es el vencedor.

Uno de los negociadores ha sido el secretario de Infraestructures i Mobilitat, Ricard Font, entusiasta defensor de la revolución que supondrá. Asegura que ningún otro país se ha atrevido a plantear un cambio tan radical en una zona tan amplia, y menos -observa- con todos los operadores implicados.

«El objetivo es que un vecino de Tortosa, Portbou o Sâo Paulo pueda contratar su movilidad por Catalunya a través del móvil», señala el secretario. Y es que como la T-Mobilitat será una aplicación móvil permitirá que se pueda pagar antes e ir recargándola o hacerlo a final de mes. Todas estas posibilidades están abiertas, igual que los descuentos en función del uso, una condición indispensable para la asociación Promoción del Transporte Público (PTP). Esta reclama que la implantación de la tarjeta sirva para acabar con las «discriminaciones de zona».