Gente corriente

Rosendo Mateu: «Los Reyes Magos traen los aromas de Oriente»

Maestro perfumista. Ha condensado en un bote el olor que impregnará la cabalgata de Reyes que recorrerá Barcelona

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CARME ESCALES

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Manos de cirujano y voz de tenor son, en la vida de estos profesionales, tan esenciales como lo es el olfato para este creador de fragancias. Rosendo Mateu (Arenys de Mar, 1945) no solo sabe identificar a qué huele casi todo, su maestría radica en el arte de saber reproducir el olor de casi todo. Con 15 años entró a trabajar en Puig, donde ha sido perfumista 45 años. Formado en Grasse (Francia) -cuna de la perfumería clásica-, en París y Ginebra, ha colaborado con los mejores perfumistas del mundo. Mateu es capaz de rescatar, a través de un olor, las más recónditas emociones que el cerebro guarda.

-¿Qué hace del olor un viaje al pasado?

-El olfato reside en la parte del cerebro más grande y desconocida, allí donde también residen la intuición, el instinto y la memoria. El 20% de los ácidos, amargos, dulces y salados, los percibimos por el gusto, pero el 80% de su información nos la da el olfato. Vista y gusto los tenemos muy presentes, pero el olfato y el tacto los descuidamos.

-¿Cómo se entrena a la nariz del perfumista?

-Aprendiendo a conocer íntimamente aceites esenciales naturales donde se concentra el olor de flores, raíces, maderas, semillas o resinas que son la base de las fragancias.

-¿Qué es el perfume para la persona?

-Es como una forma de vestirse, una segunda piel que estimula, cubre olores que podrían no ser deseados, transmite energía, sensualidad, y el atractivo especial que debe tener un buen perfume.

-Y los famosos a los que les hacen uno a medida, ¿qué piden que contenga?

-En muchos casos, aromas de su infancia, para recuperar con ellos sensaciones vividas que puedan volver a emocionarles. El olor de las criaturas en cada país ha tenido siempre un peso en el mercado internacional de la perfumería. Los países anglosajones, tradicionalmente, se habían identificado mucho con fragancias pudorosas que recordaban a cosas como el talco. Mientras que en el Mediterráneo, el limón y otros cítricos han estado siempre en las aguas de colonia para niños. Ahora el mercado global apuesta mucho más por la frescura.

-Los Reyes Magos que mañana estarán en Barcelona, ¿qué olores traerán con ellos?

-Aromas de Oriente, como incienso, mirra, gálbano, benjuí (lágrimas de un árbol originario de Laos), y todo eso combinado con vainilla, resinas, especias y maderas exóticas, frambuesa y golosinas.

-El olor será parte del espectáculo. ¿Qué otras atmósferas curiosas ha recreado?

-Por encargo de la comisaria de arte Elena Ochoa, recreé la humedad, el olor a whisky, a pinturas, a trapos y a carne fresca que al parecer tenía siempre en su taller el pintor irlandés Francis Bacon. Ese aroma acompañó su exposición en 30 museos del mundo. Y para el Museu d'Arqueologia de Catalunya, recreé el olor de la antigua Grecia de la época del Escolapio. Además de la colaboración con la compañía de teatro de máquinas y construcción Antigua i Barbuda, de Mataró [que le encargó a Mateu el olor de la cabalgata del 2014], he trabajado para Comediants y La Fura dels Baus.

-¿Costumizar fragancias a gusto del consumidor es una tendencia al alza?

-El mercado tiende a desarrollar ediciones limitadas de fragancias y en nuestra empresa -PRMF Barcelona- recibimos encargos así. Una aristócrata italiana que supo de mi experiencia desde 1968, por ejemplo, nos ha pedido que le creemos un perfume, sin más. No se trata de vender oro, sino de crear con materiales nobles, trabajando con olores reconocibles y que den confort, algo que también descuidamos.

-¿Algún consejo para cuidarlo?

-Lavanda junto a la cama. En planta seca, pastilla de jabón, velas, o en perfume, ayuda a relajarse y conciliar el sueño.