LA POLÍTICA POLICIAL DE LA GENERALITAT

El rosario de polémicas del jefe de los Mossos agobia a Interior

El 'conseller' de Interior, Ramon Espadaler, a su llegada a la rueda de prensa de ayer por la mañana.

El 'conseller' de Interior, Ramon Espadaler, a su llegada a la rueda de prensa de ayer por la mañana.

ANTONIO BAQUERO
BARCELONA

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La cúpula de la Conselleria d'Interior empieza a estar cansada de tener que afrontar tormentas políticas causadas por la polémica gestión del director general de la Policia, Manel Prat, según fuentes del departamento que pidieron el anonimato. Esta vez, la borrasca viene porque Prat ha quebrantado la palabra que empeñó en una entrevista con EL PERIÓDICO, en diciembre del 2012, en la que dijo que dimitiría si aparecía una prueba de que la noche en que Ester Quintana perdió un ojo los Mossos  dispararon pelotas de goma. La oposición y numerosas entidades sociales consideran definitivo que el juez que instruye el caso acabe de concluir que la mujer fue mutilada por un pelotazo de los Mossos, cuya actuación el magistrado tacha de «imprudente y desproporcionada».

Fuentes del departamento expresaron su preocupación por el hecho de que esta nueva polémica generada en torno a la figura de Prat entorpezca la estrategia de Interior para recuperar la imagen de los Mossos, que comenzó con la petición de disculpas del comisario jefe, Josep Lluís Trapero, en el Dia de les Esquadres.

Ayer, el conseller de Interior, Ramon Espadaler, reiteró que ni Prat ha dimitido ni él le ha pedido la renuncia. No obstante, poco a poco va marcando distancias con la tesis oficial mantenida hasta ahora de que el 14 de noviembre del 2012 no se dispararon pelotas de goma. Así, Espadaler se limita ya a señalar que defiende la versión de que no se lanzaron pelotas porque es la línea de defensa de los mossos imputados. «La verdad tendrá forma de sentencia», llegó a comentar ayer durante una rueda de prensa.

La negativa de Prat a dimitir va a hacer que Interior pase de nuevo por el trago amargo de ver cómo el Parlament vota una propuesta de cese   del director de la Policia. El diputado de ICV-EUiA Jaume Bosch ha presentado una iniciativa para que la Cámara catalana exija la destitución «de forma inmediata» de Prat. La posibilidad de que esa resolución se vote en el pleno se decidirá en una votación previa de en la Mesa del Parlament y en la junta de portavoces. Si esta fuera afirmativa, el 27 de mayo el pleno podría debatir y votar este asunto.

Algo parecido ya ocurrió el pasado noviembre, cuando el Parlament votó sobre el cese de Prat a raíz del  modo en que este gestionó el caso de la muerte en el Raval del ciudadano Juan Andrés Benítez, tras ser violentamente reducido por un grupo de mossos. Diez agentes están imputados judicialmente por este asunto.

Entonces, el conseller Espadaler intentó destituir a Prat, pero no logró su propósito porque se lo impidió el mismísimo presidente de la Generalitat, Artur Mas. Ahí entró en juego la política de equilibrios internos en CiU. El president dejó claro que el conseller podía pertenecer a Unió (Espadaler), pero en tal caso el director general de la Policia, es decir, el jefe político de los Mossos, debía ser de  Convergència y de su confianza personal (Prat).

PRECEDENTE CON BENÍTEZ / En aquella ocasión, CiU contó en el Parlament con el apoyo de ERC para salvar la cabeza de Prat. La cuestión es qué harán ahora los republicanos. El viernes pasado, en un comunicado, ERC pidió la dimisión, al igual que habían hecho el jueves el PSC, ICV y la CUP. No obstante, los dirigentes de Esquerra han rebajado su beligerancia inicial y ayer ya se mostraban menos exigentes. Fuentes de la dirección del partido, preguntadas sobre qué posición adoptarán en caso de que se vote de nuevo sobre el cese de Prat, rechazaron precisar el sentido de su voto. «No lo hemos decidido. Es demasiado pronto y no vamos a entrar en este debate durante la campaña de las elecciones europeas», despejaron.