Dos propietarios de Barcelona ven su piso alquilado ilegalmente en Airbnb

La denuncia de una mujer en la Barceloneta destapa alquileres fraudulentos en la plataforma

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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Al menos dos propietarios de pisos en Barcelona denunciaron este jueves que han visto su piso alquilado ilegalmente en la plataforma Airbnb, lo que ha provocado otra ofensiva municipal contra la web de alquileres por considerar que "publicita pisos ilegales", aseguran. La liebre la levantó Montse Pérez, propietaria de un piso en la Barceloneta que ha denunciado en La Vanguardia cómo el piso que había alquilado a un supuesto “asesor financiero” ha acabado realquilándose por días a los turistas a través de Airbnb. La mujer resolvió hacer público el caso tras ponerse en contacto con la plataforma y que le ofrecieran como única solución “mediar ante el anfitrión”, según explica a este diario.

Pérez ha puesto el asunto en manos de sus abogados para intentar cancelar el contrato de alquiler, en el que constaba expresamente una cláusula en la que prohibía que “se subarrendara, se realquilara o se utilizara como apartamento turístico”, explica. El alquiler ya no era barato, unos 950 euros al mes por un apartamento de menos de 30 metros reformado con mucho gusto pero sin ascensor y con una escalera estrecha.

Ella y su marido, Jorge, explican que descubrieron el uso ilegal del apartamento cuando intentaron que el inquilino con el que habían firmado un contrato se hiciera cargo de la domiciliación de los recibos de la luz. “Me contestó que estaba en el extranjero y que no sabía cuándo iba a volver, lo que nos alarmó mucho. Entonces pasamos por delante del piso y vimos toallas colgadas que no eran las que habíamos dejado nosotros y al preguntar a los vecinos nos explicaron que no hacían más que entrar y salir gente con maletas”, recuerda Jorge. Dicho esto, optaron por alquilar su propio piso a través del portal, al que pagaron unos 200 euros, y hacer la denuncia allí mismo.

INSPECCIÓN MUNICIPAL

La propietaria también ha denunciado el caso al Ayuntamiento de Barcelona que este mismo jueves envió a unos inspectores que les estuvieron interrogando. No hay ningún piso en la finca registrado como piso turístico según el buscador municipal. “Para ellos el negocio ha sido redondo, porque lo han tenido alquilado todo el mes de junio. “A 200 euros por día, se han sacado 6.000 euros, menos las comisiones de Airbnb y los gastos de limpieza”, señala Jorge. Ahora no pueden volver alquilar el piso legalmente hasta que no se resuelva el caso en los juzgados y un juez rescinda al contrato con el inquilino, del que no han vuelto a saber nada.

A raíz de la denuncia, otro propietario, dueño de un piso en Sarrià, ha hecho público en RAC1 que ha recibido una multa de 30.000 euros del ayuntamiento porque su piso, que tenía alquilado, aparece publicitado en Airbnb. El propietario explicó que se siente "totalmente indefenso" porque no puede demostrar que no ha sido él quien lo ha publicado ni puede denunciar al inquilino.

El dueño del piso ha dicho que el Ayuntamiento de Barcelona ha desestimado sus alegaciones y lo considera responsable solidario junto con el inquilino, que supuestamente es quien lo publicó y quien cobraba de la plataforma.

Airbnb se ha pronunciado sobre el caso del piso de la Barceloneta calificándolo de “incidente aislado”, retirando el anuncio y reubicando a los turistas que habían alquilado el piso para otros días. La plataforma de alojamientos pide a los “anfitriones” que cumplan la legislación local.

Los abogados de Pérez, sin embargo, aseguran que podría tratarse de una mafia dedicada a realquilar pisos a través de Airbnb. Argumentan que el mismo piso estuvo en oferta con varios nombres de anfitriones, y reclaman a los Mossos que investiguen.