Padres, menores y redes sociales

Psicólogos y educadores recelan de la efectividad de pedir el consentimiento paterno para tratar datos personales de menores de 16 años

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CARMEN JANÉ / BARCELONA

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A los menores no se les va prohibir entrar en redes sociales ni el acceso a internet, como temían algunos. Pero el acuerdo alcanzado este martes sobre la nueva normativa de protección de datos sí que advierte de que se requiere la autorización expresa paterna para acceder a servicios de internet a los menores de 16 años, aunque esta edad podría rebajarse hasta los 13 años si la legislación de un país miembro lo determina.

La medida afecta muy especialmente a las redes sociales, como Facebook, Whatsapp o Instagram, y en particular a las que son muy populares entre los menores como SnapchatAskVine o Youtube, propiedad de Google. En general, el uso que hacen los adolescentes, expuestos a las nuevas tecnologías desde su nacimiento, de las redes sociales es tan intensivo que llega al 97% de la población en su franja de edad, 15 puntos por encima que con los adultos de hasta 55 años, según IAB Spain, la patronal de la publicidad digital.

En España, según la misma fuente, el 78% de menores entre 14 y 17 años usan Facebook; el 70% Youtube; el 61% Twitter, y el 60% Instagram. Y para Whatsapp, no contemplado en el estudio, la oenegé Protégeles estimaba en el 2013 que el 73% de los adolescentes entre 11 y 14 años lo usaban. Ante el aumento de utilización del sistema de mensajería ahora propiedad de Facebook, la cifra no habrá hecho más que crecer.

COMPROBACIÓN DE EDAD

Lo más sorprendente del tema es que para acceder a cualquiera de estos servicios actualmente hay que tener al menos 14 años, un dato que es alterado con o sin permiso de los padres. La propuesta de norma europea pretende frenar este extremo y reclama que cada servicio adopte “esfuerzos razonables para obtener un consentimiento verificable, teniendo en cuenta la tecnología disponible”. Es decir, que lo compruebe.

“No creo que sea de mucha utilidad práctica, porque hasta ahora ni se ha sancionado a una red social por tener a menores ni se ha expulsado o sancionado a ninguno cuando han descubierto el engaño”, advierte Jorge Flores, director de la oenegé Pantallas Amigas, que persigue sobre todo el ciberacoso en menores.

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El psicólogo va más allá. “No hay un factor que diga que poniendo una edad concreta se van a reducir los riesgos. Un chico de 19 años que busque chicas de 17 en una red social puede encontrarse con una que a los 11 dijo que tenía 14, y años después no va a admitir su error ni a rectificarlo. Para el joven, será una chica que puede dar su consentimiento sexual legalmente”, conjetura Flores. “¿Mecanismo de control? Nadie ha dado con la respuesta, porque los usuarios mienten y el DNI electrónico no funciona”, advierte.

Más aún en una edad en la que se discute la autoridad paterna. “No sé hasta qué punto puede ser efectivo pedir la autorización paterna porque los adolescentes no tienen a sus mayores como referentes en materia de redes sociales. Ellos son los nativos digitales, nosotros no. Saben más que tú. Los padres se han de empoderar digitalmente para acompañarles. Yo prefiero educar que prohibir”, afirma Marta Salsench, emprendedora, madre y fundadora de Girls in Lab, que organiza talleres de programación para niñas.

Tampoco ayuda el hecho de que los menores dispongan de equipos informáticos y móviles desde edad temprana, muchos ya para asistir al colegio. Según el INE, el uso del ordenador y de internet en los jóvenes de 10 a 15 años es prácticamente universal, con una media del 95,1% y un 93,6% respectivamente, y el móvil, todos con conexión a internet, alcanza el 90,4% en la población de 14 años.