El padre de Nadia organizaba la huida de la familia cuando fue detenido

El juez considera que las llamadas y los movimientos de Blanco indican que preparaba la fuga

Un coche de los Mossos traslada a Fernando Blanco, padre de Nadia

Un coche de los Mossos traslada a Fernando Blanco, padre de Nadia / periodico

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El juez que instruye el caso de Nadia Nerea consideró que el padre de la pequeña enferma, Fernando Blanco, tenía intención de huir y planes para llevar a cabo la huida, y esgrimió esa como una de las razones para decretar el viernes su ingreso en prisión. Según el auto judicial, Blanco estaba preparando “de forma organizada con su mujer la huida de la familia”, y solo su detención frustró esos planes. Blanco y su mujer, Margalida Garau, fueron detenidos esta semana tras una investigación de los Mossos d’Esquadra que apunta a que se lucraron de la campaña solidaria que durante varios años llevaron a cabo para recaudar fondos para su hija, fondos que debían costear el tratamiento médico que necesitaba pero que usaron para asuntos personales.

“Debe resaltarse el hecho de que el investigado hubiera intentado ya darse a la fuga al tener conocimiento de estar siendo investigado –reza el auto judicial–. Así puede concluirse de las llamadas intervenidas en el presente procedimiento. Concretamente, el investigado pasó a Francia el día seis de diciembre del presente al sospecharse investigado. Del mismo modo, fue constante el empleo de medios para conseguir no ser localizado tales como el manejo de diferentes números (hasta tres números distintos de diferentes países), llamadas vía whatsapp, maniobras evasivas para no ser seguido o la utilización de una pistola simulada con la finalidad de asegurar la huida”. La sospecha de que el padre podía tener “grandes cantidades de efectivo” que “facilitarían” sus planes para escapar del cerco que se estaba estrechando en torno suyo decidieron al juez a decretar la prisión provisional.

UN EMBUSTE

La conclusión del magistrado es que existía “un notable riesgo de fuga”, y que tanto la “capacidad económica” del investigado como su “falta de arraigo”, así como la “evidente facilidad” para “salir de España” y la posibilidad de destrucción de pruebas –"al encontrarse la instrucción en una situación incipiente, la destrucción de pruebas debe considerarse como virtualmente posible"– aconsejaban su ingreso en prisión. Blanco, de hecho, fue detenido por los Mossos después de intentar eludir un control policial en la comarca de la Cerdanya, fronteriza con Francia.

Blanco y Garau crearon en el 2009 la Asociación Nadia Nerea para la Tricotiodistrofia y durante años, según el mismo auto, pusieron en marcha “fundaciones, sorteos, recaudaciones y demás actos benéficos con la intención de obtener fondos para el tratamiento de la menor”. Divulgaron el caso a través de los medios de comunicación, se hicieron asiduos de los platós, concedieron entrevistas. Llegaron a recaudar cerca de 1 millón de euros, de los cuales han gastado 600.000: según los Mossos, en nada que tenga que ver con el tratamiento de la menor. La tricotiodistrofia que padece Nadia Nerea es una enfermedad rara e incurable, y el discurso de Blanco era que el dinero financiaba operaciones que la mantenían con vida mientras la ciencia hallaba una cura para la enfermedad. Pero el juez apunta a que todo era un embuste. “Los investigados habrían convertido la beneficencia en su forma de vida, sirviéndose para ello de su hija menor de edad”.