"BCN World está enterrado"

Junqueras marca distancias con el proyecto original, del que asegura que no quedará ni el nombre

Reunion Junta extraordinaria del Consorci Recreatiu i Turistic de Vila-Seca i Salou

Reunion Junta extraordinaria del Consorci Recreatiu i Turistic de Vila-Seca i Salou / periodico

E. C. / SALOU

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"BCN World está enterrado", resume el vicepresidente Oriol Junqueras. Tanto en la forma como en el fondo, inspirados originalmente en el colosal complejo de casinos, hoteles y tiendas Eurovegas con el que el magnate Sheldon Adelson hipnotizó durante largo tiempo al Govern de Artur Mas para decantarse al final por Madrid (y darle plantón). Tan muerto está una vez retirado el grupo Veremonte, el primer promotor, y sometido a la dieta republicana, que ni siquiera tiene nombre, aunque como de alguna manera hay que llamarlo se mantiene el popularizado BCN World.

Técnicamente, se denomina CRT, las siglas de Consorcio Recreativo Turístico, el organismo nacido con Port Aventura y que regula, además del 'resort' temático, más de 800 hectáreas de terreno entre Salou y Vila-seca. Mantener el nombre de BCN World es "inviable", recuerda Junqueras.

Primero, porque está registrado por Veremonte. Segundo, porque el propio Ayuntamiento de Barcelona aprobó una moción contraria a vincular la potente marca de la ciudad con un proyecto de juego en Tarragona. Y justo porque Barcelona está a 100 kilómetros del futuro complejo, Tarragona considera un agravio que eclipse totalmente al territorio, que presume de la marca Costa Daurada.

El nombre comercial ya se verá. Lo decidirán los operadores, pero con un guiño hacia Tarragona. El concurso prevé puntos para las propuestas que reflejen topónimos locales, como la marca Costa Daurada. Atentos al devenir del proyecto, más que de como se llame, el alcalde de Salou, Pere Granados, y el de Vila-seca, Josep Poblet, no entran en polémicas.

Por su parte, la plataforma Aturem Barcelona World quiere enterrar, literalmente, el proyecto. Han anunciado que estudian la vía judicial contra el plan director urbanístico (PDU). Tal como el alcalde de Vila-seca se remonta 25 años atrás para reivindicar el éxito de Port Aventura, los opositores a BCN World esgrimen que los propietarios de las fincas expropiadas entonces (1989) tienen derecho a recuperar sus propiedades o a cobrar el precio actual al quedarse la Administración más terrenos de los urbanizados. Entre ellos, los del futuro BCN World. O como se llame.