LA APUESTA ATÓMICA DEL PP

La nuclear de Garoña cierra pero podría reabrir

Industria se plantea autorizar la reapertura de la planta si Nuclenor la solicita

MANUEL VILASERÓ
A CORUÑA

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El Gobierno se ha rendido a la evidencia. No había tiempo suficiente para tramitar la peculiar petición de última hora de los propietarios de la nuclear de Garoña de prorrogar su licencia de explotación un año más durante el cual estaría inoperativa. El ministro de Industria, José Manuel Soria, admitió ayer en la sesión de control del Congreso que la central deberá cerrar en la fecha prevista, el próximo 6 de julio, «por la imposibilidad de cumplir los plazos que regula la ley de procedimiento administrativo».

Pero ni el ministro ni los operadores arrojan la toalla. Soria añadió que se «analizan los efectos de que el cierre se deba única y exclusivamente a razones económicas». Traducido al leguaje común, el ministerio estudia si sería viable jurídicamente permitir que la central reabriera más adelante si esta lo solicitase teniendo en cuenta que no sufría problemas de seguridad, según han confirmado fuentes del departamento.

La empresa propietaria, Nuclenor, participada por las eléctricas Endesa e Iberdrola, ya comunicó a sus trabajadores en una reunión con el comité de empresa el pasado lunes que hay una «oportunidad pero no garantía» de que la planta siga abierta más allá del 6 de julio. Los directivos les pidieron «paciencia», aunque los representantes de los empleados aseguran que «no entienden nada de lo que pasa».

NEGOCIACIÓN SECRETA / Nuclenor decidió el pasado año no seguir operando más allá del 6 de julio en respuesta a la nueva fiscalidad impuesta por el Gobierno. Según su versión, perdía dinero si seguía. Pero el pasado mes de mayo formuló esa peculiar solicitud de prórroga de un año sin producir electricidad. Se trataba de ganar tiempo mientras se mantenía abierta con el ministerio una negociación subterránea sobre la fiscalidad o el alargamiento de la vida útil de todas las nucleares hasta los 60 años.

Debido a su interés por cumplir la promesa electoral de enmedar el cierre de Garoña decretado por Zapatero, Soria presionó al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para que aceptara emitir un informe sobre la prórroga en un plazo tan corto que los consejeros votaron en contra, mientras que el representante de CiU a punto estuvo de inclinar la balanza hacia el no. Salió adelante, pero ahora han sido, al parecer, los servicios jurídicos de Industria, quienes han advertido de la ilegalidad de saltarse los plazos establecidos para este tipo de resoluciones.

Queda, sin embargo, la posibilidad de la reapertura, siempre y cuando las dos eléctricas alcancen un acuerdo con el ministerio en el marco de la nueva reforma energética. Los ecologistas y los socialistas pideron ayer a Soria que el cierre sea definitivo y el PNV, que se aclare su futuro de una vez.