Plan de choque ante el alarmante aumento de muertes en las carreteras catalanas

La siniestralidad vial en Catalunya está llegando a niveles de "alarma social", con un importante repunte de los accidentes y de las víctimas mortales. Por este motivo, el Servei Català de Trànsit (SCT) y los Mossos d'Esquadra han anunciado un "plan de choque" de vigilancia "intensiva" en todo el territorio con el objetivo de evitar más siniestros. Solo durante este 2018 ya han perdido la vida 44 personas en las carreteras catalanas, mientras que durante el mismo periodo del año pasado fueron 24 las víctimas, 20 menos. Este trágico fin de semana han muerto seis personas en las carreteras catalanas, desde motoclistas a peatones. 

Las víctimas del fin de semana negro son el conductor de un turismo que falleció el viernes en una colisión con una furgoneta en la N-340 en Mont-roig del Camp; un peatón que fue atropellado el sábado en la A-2 en Sant Vicenç dels Horts; los dos ocupantes de una motocicleta que murieron en un choque frontal con un turismo el mismo día en la C-31 en Vilanova i la Geltrú, y las dos ocupantes de un turismo en un accidente también el sábado en la B-224 a la altura de Piera.

La directora del SCT, Eugenia Domènech, ha explicado este domingo por la tarde en el Centre d'Informació Viària de Catalunya (CIVICAT) que hay que dar un "toque de atención" a todos los usuarios de la red vial catalana, concienciándoles de los riesgos, ya que la accidentalidad está siendo en las últimas semanas "dispersa y multifactorial", mientras que el año pasado afectó especialmente a los motoristas. La nueva situación, ha explicado, complica los planes de prevención. Sin embargo, el plan de choque en el que trabajan contempla más presencia policial y más controles en las carreteras catalanas.

El volumen de heridos graves hasta la fecha en las carreteras catalanas asciende a 137, una cifra idéntica a la del mismo periodo del año pasado, ha detallado Domènech a los medios de comunicación.

Madre e hija

Las dos personas que murieron este sábado por la noche en un choque frontal entre dos coches en la B-224 en Piera (Anoia) eran dos mujeres de 63 y 35 años, madre e hija, que ocupaban las dos plazas delanteras de uno de los vehículos siniestrados, según explicó el Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM). Los otros dos ocupantes del turismo, un hombre de 36 años y una niña de 9, resultaron heridos de menor gravedad por policontusiones y fueron evacuados al Hospital de la Vall d'Hebron.

El conductor y único ocupante del segundo coche accidentado, un hombre de 49 años, quedó herido de poca gravedad y fue trasladado al hospital de Igualada.