prueba piloto

Los Mossos empiezan a utilizar las pistolas eléctricas

Guillem Sànchez

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Los Mossos d’Esquadra, tras un largo periplo de debate interno y también parlamentario, han incorporado este lunes finalmente las pistolas eléctricas Taser al arsenal de armas que pueden utilizar legalmente como cuerpo policial. El nombre oficial de este nuevo artilugio, oficialmente, es Dispositivo Conductor de Energía (DCE) y permite liberar sobre una persona agresiva -que por su actitud comprometa gravemente la seguridad del resto de ciudadanos- una descarga eléctrica que provoca un fallo en su organismo y que se desplome al suelo, para luego ser arrestado sin necesidad de reducirlo haciendo uso de la fuerza física.

Su uso está contraindicado en mujeres embarazadas, personas que se encuentren en situación de sufrir una caída peligrosa o en menores de menos de 12 años. También entraña un riesgo superior para el individuo 'disparado' si la descarga la recibe cuando se encuentra bajo efectos de alguna droga o tiene alguna patología coronaria. Sin embargo, según ha subrayado el intendente Josep Antoni Saumell, subjefe de la División Técnica de Planificación de la Seguridad, las han probado casi 2 millones de policías y ninguno de estos ha sufrido ningún percance grave. Como tampoco "constan muertes" confirmadas "médicamente" que puedan relacionarse con estas armas en los más de 3 millones de ocasiones en que se han utilizado en todo el planeta. 

El portavoz del cuerpo, Albert Oliva, ha defendido la utilidad de las pistolas eléctricas porque permiten reducir rápidamente a un individuo peligroso y entrañan un riesgo mínimo tanto para los agentes que intervienen como para el propio reducido. Por mandado parlamentario, cada vez que se utilize una Taser X2 -el modelo adquirido- debe grabarse completamente la secuencia que ha justificado esa descarga -el agente que empuña el arma también lleva una cámara de vídeo fijada en la pechera de su uniforme- y debe tenerse a mano un desfibrilador para poder reanimar al reducido, en caso de que el disparo de la Taser provocara una parada cardíaca. Una posibilidad que los Mossos minimizan y que, según subraya Saumell, también podrían provocar una reducción cuerpo a cuerpo que implica aguantar el peso de 4 o 5 agentes. 

Las primeras pistolas, en Girona

El despliegue ha empezado este lunes con una prueba piloto en las comisarias de Girona, Blanes, Figueres y las áreas regionales de Recursos Operatius de Girona. El 9 de julio comenzaran a repartirse por el resto de la regiones policiales, a medida que vayan llegando las cámaras de vídeo que acompañarán a cada pistola eléctrica. Sobre el 15 de julio, las previsiones son que se distribuyan en las regiones policiales Central, Norte y Sur; el 31 de julio, en las de Barcelona, Camp de Tarragona y Terres de l'Ebre; y el 15 de agosto, en las de Ponent y Pirineu. 

Habrá una pistola en cada una de las noventa comisarías que existen en Catalunya. La usará únicamente el responsable del turno de cada área básica policial. Es decir, este será el encargado de colocarse la cámara de vídeo y de disparar la descarga eléctrica en caso de que sea imprescindible. También dispondrán de Taser el Grupo Especial de Intervención (GEI), la Brigada Móvil (Brimo) y las ARRO (antidisturbios regionales). 

El uso de las Taser, ha recordado Oliva, no sustituye a ninguna otra arma. Simplemente es una alternativa de la que echarán mano ocasionalmente y que rellena un espacio demasiado amplio entre las defensas -la porra- y las pistolas de balas. El objetivo es aumentar "la efectividad, rapidez, proporcionalidad y transparencia" de las acciones policiales, ha subrayado Oliva. El nuevo director de la Policía Catalana, Andreu Joan Martínez, ha remarcado que, a pesar de ser un recurso pionero en el Estado, es "ordinario" en muchas policías democráticas.

Sindicatos felices

La incorporación de las Taser atiende una vieja demanda de representantes policiales como el Sindicat de Mossos d'Esquadra (SME), dado que minimiza los riesgos para agentes que a menudo se ven obligados a entrar en el cuerpo a cuerpo con personas altamente agresivas y/o armadas con cuchillos, pero inquieta a organizaciones como Amnistia Internacional, que sí redactó un informe en el que se atribuyen varias muertes provocadas por las descargas eléctricas de estos artefactos. En un comunicado, el SME ha lamentado que haya sido necesario "esperar tanto tiempo" y ha solicitado que ahora se distribuyan cuanto antes a todas las comisarías. 

Tanto Oliva como Saumell han recordado que el uso de las Taser debe estar justificado y que se perseguirá la mala praxis de esta arma del mismo modo que se hace con las de fuego. La novedad, ahora, es que la secuencia del disparo estará registrada en vídeo, siempre que el policía a cargo de la cámara no se olvide de presionar el botón de 'grabar'. 

Irídia critica la ausencia de grabación automática 

El Centro para la Defensa de los Derechos Humanos Irídia ha mostrado su preocupación ante la adquisición de las pistolas eléctricas y avisa que seguirá de cerca "la implementación" y vigilarán "cualquier vulneración" que pueda producirse en el futuro. Inquieta "especialmente" que la persona que decide "en qué momento se graba la actuación" con las Taser es el propio agente en lugar de que las cámaras comiencen la grabación automáticamente cuando se desenfunda el arma, tal como los Mossos anunciaron en el Parlament. Irídia solicita asimismo que la instrucción que guiará el uso de estas pistolas no se haya hecho publica "para poder evaluarla".