La mitad de los ordenadores mundiales funcionan con sistemas operativos antiguos

Windows 7, para el que ya solo se dan actualizaciones críticas, es el más extendido

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CARMEN JANÉ / BARCELONA

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Las cifras de infección del virus Wannacryvirus Wannacry han vuelto a poner sobre la mesa la cuestión de las actualizaciones de 'software' y sus prioridades. Si bien es cierto que Microsoft tenía publicada la vulnerabilidad  MS17-010vulnerabilidad de la que se aprovechaba el 'malware' desde el pasado 14 de marzo, solo lo había hecho para las versiones más recientes de su sistema operativo, desde Windows Vista (2006) a Windows 10 (2014), y sus correspondientes versiones para servidores (Windows Server 20082012 y 2016).

Esto dejaba fuera de las actualizaciones al 7% de los ordenadores mundiales, que todavía funcionan con Windows XP, según datos de la consultora de mercados Netmarketshare. Estos equipos, que también resultaban afectados por Wannacry, dejaron de tener apoyo regular en abril del 2015, pese a las protestas de muchos de sus irreductibles usuarios, para quienes era una de las versiones más agradecidas del sistema Windows. Entonces, la compañía se comprometió a dar actualizaciones críticas hasta el 2020, pero la de Wannacry ha sido la primera en tres años.

Y es que el parque instalado de ordenadores roza la obsolescencia, según las cifras. El 48,5% de las máquinas mundiales corren sobre Windows 7, que salió en octubre del 2009 y para el que Microsoft dejó de dar actualizaciones regulares en noviembre del 2015.

INTENTOS DE ACTUALIZACIÓN

Los responsables de Microsoft han hecho de todo para que sus usuarios se actualicen. La más común, dejar de vender el sistema anterior poco después de que salga el nuevo, una práctica habitual porque la mayoría de los usuarios solo se cambia el sistema operativo cuando se cambia de ordenador y entonces no quieren uno antiguo. 

Pero la crisis del 2008 ralentizó el consumo, y Microsoft llegó incluso a facilitar actualizaciones forzosas gratuitas y en remoto de Windows 7 a Windows 10, una práctica que tuvo que abandonar tras la demanda judicial de una usuaria a la que dejaron con el ordenador inutilizado.

En el caso de los equipos de empresa, las actualizaciones gratuitas se acaban a los cinco años, si la compañía no contrata un servicio de mantenimiento aparte (soporte extendido) o una especie de seguro que le garantiza la renovación del 'software'. Desde entonces, funciona la política del miedo a los virus y el abandono de otras empresas, como Google, de sus productos más antiguos. “Los sistemas antiguos, incluso completamente actualizados, carecen de las últimas protecciones de seguridad”, admite un portavoz de Microsoft.  

Y muchos usuarios ni siquiera instalan las actualizaciones incluidas en la licencia de uso del sistema operativo por el que han pagado. “No aprendemos”, sostiene Jaume Abella, director del master en ciberseguridad de La Salle. “Muchas empresas no instalan las actualizaciones ni renuevan los equipos, porque eso tiene un coste muy alto. La ciberseguridad tendría que ser un tema integral, no un añadido al presupuesto”, dice.