Análisis

Más por indignación que por convicción

ÀNGELS PONT DOMÈNECH

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¿Catalunya votaría a favor de la independencia si hoy hubiera un referendo? La estimación de voto efectuada por GESOP a partir de los datos de la encuesta dibuja unos resultados muy ajustados a favor de la independencia en caso de que se celebrara la consulta. Ahora bien, necesitamos ser cuidadosos a la hora de interpretar los datos.

Para un buen análisis, es relevante tener muy presente el contexto en el que se pregunta por este tema. Ahora mismo no estamos interrogando sobre una convocatoria real, con una fecha concreta, sino que estamos haciendo una simulación de lo que ocurriría si el referendo se hiciera hoy, sabiendo que, si se acaba planteando, el contexto real será totalmente diferente al actual. Ahora mismo, los que se muestran partidarios de la independencia están mucho más movilizados o cohesionados en torno a esta idea que aquellos que no son partidarios o de los que son abiertamente contrarios.

Cuando se pregunta a los catalanes por el modelo de Estado que prefieren, la independencia aparece en primer lugar, pero representa poco más de una tercera parte del conjunto de personas que tienen derecho a voto. Por lo tanto, hay casi dos terceras partes que no rechazan la relación con España. De hecho, esto no es tan raro si tenemos en cuenta que las personas que se definen como únicamente catalanas suman en torno al 25%. Es decir, alrededor de tres cuartas partes de los ciudadanos con derecho a voto en Catalunya sienten, en mayor o menor medida, algún vínculo con España.

A pesar de esta vinculaciónsentimental, cuando se pregunta por la disyuntiva entre independencia o no, haciendo referencia a un hipotético referendo, los favorables duplican a los contrarios, aunque esta proporción se reduce cuando se especifica qué comportamiento tendría si el referendo fuera mañana mismo. Es decir, en un escenario más concreto («mañana mismo») se incrementan los que dicen que votarían no.

Lo que se pone de manifiesto una vez más en esta encuesta es que los partidarios de la independencia de Catalunya han ido creciendo en los últimos años. Tanto o más importante que eso es el hecho de que el rechazo que genera esta idea es cada vez menor; para una parte de la población, la independencia puede no ser su opción preferida, pero no se declara contraria. Pero también es cierto que solo el 28,6% cree que Catalunya llegará a ser independiente. No se puede olvidar que, según las encuestas del CEO, una buena parte de los partidarios de la independencia aducen motivaciones de tipo económico, tal vez unas razones poco sólidas, por excesivamente coyunturales, teniendo en cuenta el marco económico actual. Es decir, más por indignación que por convicción.