La gestión educativa

Más cara y más exigente

M. J. I. / BARCELONA
A. M. Y. / MADRID

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Más cara y ahora también más restrictiva. El acceso a la universidad española en general, y a la catalana en particular, será el próximo curso más complicado si cabe. A la confirmación hecha ayer por el secretario general de Universitats, Antoni Castellà, de que un 70% de los universitarios catalanes tendrán que soportar, por su nivel de renta, un aumento de entre el 16,7% y el 66,7% de las tasas, se sumó el inesperado anuncio del ministro de Educación, José Ignacio Wert, de que los estudiantes beneficiarios de una beca salario que no aprueben al menos el 50% de las asignaturas tendrán que retornar el importe adelantado por el Gobierno.

Aunque en los últimos días los rumores habían alimentado la creencia de que la Generalitat iba a incorporar medidas correctoras para que el impacto de la subida de las tasas universitarias prevista en el llamado decreto Wert quedara amortiguado en Catalunya, lo cierto es que ayer, tras conocerse los detalles de la propuesta, cundió la decepción. «Se tendría que aumentar el dinero destinado a becas y elevar los umbrales de renta para que más familias puedan beneficiarse de las bonificaciones», reclamó el Consell de l'Estudiantat de les Universitats Catalanes (Ceucat).

Así, según el sistema de siete umbrales de renta diseñado por la Generalitat, cuatro de cada 10 universitarios catalanes verán aumentado en un 66% el precio de la matrícula, el máximo previsto por el Ministerio de Educación. «El 40% de las familias, las que llevan a sus hijos a la escuela concertada en primaria y secundaria, ya están pagando ahora unos 3.000 euros por año», alegó Castellà en defensa de su propuesta.

La barrera más alta (el nivel 6) la marcan las personas que pertenecen a familias con unos ingresos mensuales brutos de entre 1.300 y 1.400 euros por miembro. En este caso, los estudiantes pueden pagar hasta 900 euros más por la matrícula universitaria. Una de las consecuencias más inmediatas de la medida, auguró el secretario de Universitats, «es que el número de créditos en que se matriculen los universitarios se reduzca en torno a un 5%».

Rectores divididos

Entre los rectores, disparidad de criterios. Desde la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Ferran Sancho anunció, tras reiterar su desacuerdo con la subida de tasas, la inminente puesta en marcha de «un paquete de medidas para paliar los efectos del aumento entre todos los estudiantes» de esa universidad. Para Antoni Giró, rector de la Politècnica de Catalunya (UPC), la propuesta de Universitats supone, en cambio, un logro importante, ya que «ha sabido encontrar un mecanismo que garantiza que el incremento sea lo más equitativo posible». Más crítico se mostró Giró con el anuncio de Wert de «endurecer las condiciones para los becarios».

Pese a agradecer el esfuerzo hecho por el Govern por tratar de corregir un decreto ministerial «injusto», Dídac Ramírez, rector de la Universitat de Barcelona (UB), no escatimó críticas al actual modelo de financiación universitaria, «basado en criterios recaudatorios», y advirtió de la debilidad de un sistema precios-becas «que pende de un hilo si se tienen en cuenta los niveles actuales de fraude fiscal».

Castellà confirmó que el pago de la matrícula se hará en dos etapas: en la primera, en julio, el alumno abonará el 60% del coste de la matrícula. A partir de ahí, dijo, cada estudiante tendrá que acreditar su nivel de renta ante la Agència de Gestió d'Ajuts Universitaris i de Recerca (Agaur). En cuanto sepa si tiene derecho o no a beca, se tendrá que pagar la diferencia antes de finales de año.

Mientras tanto, en Madrid, el ministro Wert anunciaba, tras el Consejo de Ministros, que los alumnos que quieran optar a una beca universitaria para el curso 2013-2014,tendrán que acreditar una nota de 6,5 (otro medio punto más) para una beca salario o ayuda compensatoria.