Gente corriente

Markus Neumann: "Se recuperan las cosas como se hacían antes"

Aprendió a hacer cerveza por casualidad, por gusto y gracias a una página web chilena. Le ha cambiado la vida.

«Se recuperan las cosas como se hacían antes»_MEDIA_1

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CATALINA GAYÀ

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-Explíqueme esta euforia por la cerveza artesana o, como se dice hora, craft beer...

-Bueno, se puede decir que sí que hay una euforia por la cerveza artesana; en Catalunya, sobre todo, hay un movimiento muy importante. Supongo que va ligado a la euforia por el movimiento slow food o el kilómetro 0. Es decir, recuperar las cosas como se hacían antes. Con la cerveza, es lo mismo. Solo hará unos 50 o 60 años que hay cerveza industrial. Las grandes compañías fueron comprando las pequeñas y el sabor se fue perdiendo. Ahora hay una voluntad por recuperar sabores tradicionales

-¿Cómo llega usted a la cerveza artesana?

-Como mucha gente. Empecé en el 2006 en mi tiempo libre. Trabajaba en el mundo del teatro y, en mi tiempo libre, empecé a hacer cerveza, como algo que me ocupara el tiempo. Si le soy sincero, tengo que contarle que estaba buscando en internet cómo construir un horno tradicional en la terraza y acabé en una página de productores chilenos de cerveza artesana. De ahí cogí una receta y en estos ocho años he ido desarrollando recetas propias.

-Hasta entonces, ¿no había tenido relación con la cerveza?

-No, a parte de beber mucha de la industrial, que es la que había. Y mira que ahora me cuesta muchísimo beber cerveza industrial.

-¿A qué se dedicaba antes?

-Estudié en el ESCAC desde 1994 hasta 1998 y salí formado como director de fotografía. Durante varios años trabajé en el mundo del cine, publicidad…, todo en el mundo del audiovisual. De ahí me fui al mundo del teatro y estuve en el Teatre Nacional de Catalunya desde el 2004 al 2014 como iluminador.

-Y en abril del 2014 monta un brewpub, La Sitgetana Craftbeer. Ilústreme.

-Empecé haciendo cerveza para autoconsumo, pero desde hace un año abrimos un bar que es, al mismo tiempo, donde pensamos y producimos la cerveza. Por las mañanas hago la cerveza y por las tardes la servimos.

-Lo de brewpub, que podría traducirse como microcervezería, viene del Reino Unido.

-En Europa, es en Italia donde mejor se hace una cerveza artesana, sin olvidarnos de Bélgica, que es otra historia. A nivel mundial, el number one ahora es EEUU. El movimiento que hay en California en torno a la cerveza artesanal es, en este momento y para mí, un modelo a seguir.

-¿Y habla en plural? 

-Yo soy el que produzco la cerveza, pero mi hermano, Axel, que era comercial de una gran empresa de cerveza, lleva el bar. Mi mujer, Mercè, ha hecho el diseño del espacio y ha creado la imagen, y Manel, un muy buen amigo de Sitges que tiene varios bares en el pueblo, aporta la experiencia en hostelería.

-Sitges es importante en su nueva etapa.

-En Sitges todo lo que es del pueblo nos gusta. Tenemos el mejor carnaval, tenemos el mejor festival de cine. Nos gusta mucho lo nuestro. No había nada de cerveza artesana y por eso decidimos darle un carácter sitgetà a la cerveza. Para probarla, tienes que venir a Sitges.

-O sea, es cerveza artesana, regreso a casa, empresa familiar. Es la filosofía slow en todos los sentidos.

-Durante los primeros meses, ni me lo creía.  Durante 10 años, he bajado cada día al Teatro Nacional. Me levantaba, cogía el coche, hacía las cuestas del Garraf, porque el peaje no hay quien lo pague, estaba ocho horas en el teatro y  regresaba a casa a las cinco de la tarde. Ahora he tenido que hacerme mi propio horario, trabajo de 8 de la mañana a 2 de la tarde, pero poder ir a trabajar en bicicleta me ha cambiado la vida.

-Y ha dejado el mundo del teatro, vaya.

-Bueno en Sitges hay varios teatros y me encanta iluminar conciertos de jazz, de

rock…, aún mantengo un poco el vínculo de forma amateur pero profesionalmente solo me dedico a la cerveza.