PRUEBAS HISTÓRICAS

Sábana Santa pintada a pincel

Uno de los expertos, Garlachelli, se prestó como voluntario para realizar algunas pruebas en las que se usó tanto sangre real como sintética

Negativos de la Sábana Santa de Turín

Negativos de la Sábana Santa de Turín

Rossend Domènech

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No es la primera vez, ni será la última, que los científicos actuales llegan a la misma conclusión: la 'Sábana Santa' que se conserva en la catedral de Turín, supuestamente el lienzo que envolvió a Jesús de Nazaret después de ser crucificado y enterrado según las costumbres de la época, no sería verdadera, sino elaborada en siglos sucesivos.

Las nuevas conclusiones sobre el lienzo ha sido publicadas esta semana por el 'Journal of Forensic Science' y están firmadas por el antropólogo forense de la Universidad británica John Moores de Liverpool Matteo Borrini y el químico de la universidad italiana de Pavía Luigi Garlachelli.

En 1988 la revista SIS-Magazine "demostró a través del examen de Carbono 14, que permite fechar con bastante aproximación la época de un objeto, que el lienzo no tenía ningún valor, aunque los datos eran confusos “probablemente a causa de una fuerte contaminación”. Anteriormente, el mismo Vaticano autorizó a tres laboratorios de Tucson (EEUU), Oxford (Reino Unido) y Zúrich (Suiza) a efectuar análisis independientes y “sin contacto entre ellos”, unas pruebas supuestamente definitivas sobre la fecha del lienzo. Pero los laboratorios coincidieron y arrojaron una misma conclusión: la minúscula parte de lienzo que les había sido entregada tenía fecha de la Edad Media.

Los sindonólogos rebatieron las conclusiones, aduciendo no solo que los tres laboratorios se habían puesto incorrectamente de acuerdo sino que el fragmento de lienzo que les había sido entregado (dos centímetros) era parte de un remiendo de la Edad Media. "La santa sábana está muy contaminada", explicó entonces Barbara Frale, investigadora del Archivo Secreto del Vaticano, que coloca su fecha en el siglo I d.C.

Los primeros testimonios sobre la existencia del lienzo se remontan al 944, en la actual Turquía. En el siglo XIV pasó al francés Goffredo a Charny y en el siglo XV a los Saboya. En 1506 fue damnificada a causa de un incendio en la capilla ducal de Chambery, cuyas monjas lo remendaron. De allí fue trasladada a Niza, sucesivamente a Vereceli (Italia) y finalmente acabó en Turín, capital del reino de los Saboya, y posteriormente fue donada a los Papas. En teoría el proprietario es, pues, el Estado italiano, pero por usucapión el Vaticano puede y de hecho reivindica y ejerce su propiedad.

Las conclusiones de los analisis actuales afirman que el “negativo” del hombre de la sindone “no tiene nada que ver con la situación de un hombre crucificado, torturado y deshidratado”.  En otras palabras, la sangre fue pintada. Los investigadores han utilizado un maniquí y un voluntario humano para estudiar si la sangre se depositaría naturalmente en los lugares donde quedaron impresiones en la tela: en la mitad de la sábana, el resultado es negativo.

"Nunca sabremos la respuesta final, nunca", sentencia  Gian Maria Zaccone, director del Museo de la Sábana Santa de Turín. "¿Verdadera o falsa? Se trata de una cuestión de fe, de una decisión personal". Es decir lo mismo que escribió papa Benedicto XVI en “Jesus de Nazaret”, cuando intentò demostrar la existencia histórica del fundador del cristianismo y concluyó que depende de la fe. Es decir lo mismo que esplican los historiadores antiguos sobre el contenido de las obras de Ulises, Aristóteles o Sófocles que han llegado hasta nuestros días, a través de copias, o de traduciones  de las traducciones, generalmente al árabe y que nadie cuestiona. Sin embargo, una religión como la cristiana es otra cosa.